A falta del informe de los forenses, este martes, en el segundo día del juicio por el asesinato de Logrosán, cometido en 2019, se ha sabido que la víctima, Óscar, de 32 años, además de recibir una puñalada en el tórax y otra en ... el hombro izquierdo, que acabaron con su vida, tenía todo el cuerpo lleno de golpes.
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Murió a las cuatro y diez de la madrugada del 2 de noviembre de 2019 en una calle de Logrosán cerca del bar Capitol del que era el gerente el acusado Juan J. G., de 22 años, ayudándole en el local su madre, también acusada, María Yolanda G. G., de 41 años.
Según la investigación, Óscar tenía las siguientes heridas: En la cara, en el lado izquierdo, una herida inciso superficial de 15,5 centímetros, que iba desde detrás de una oreja hacia la zona izquierda del mentón. Detrás de la oreja tenía dos milímetros de ancho. Recibió numerosos golpes en la cara, uno de ellos en la nariz, otro en el ojo derecho y uno en la mejilla izquierda. En la boca tenía una contusión en el labio superior e inferior y le habían roto parcialmente los dientes incisivos superiores izquierdos. En el hombro izquierdo el cadáver tenía una herida inciso-punzante con una trayectoria intraaxilar hasta la cavidad torácica, con trayecto de unos 12 centímetros de longitud, además de una herida superficial lineal de 4,5 centímetros. En el tórax, en el costado derecho, una herida inciso-punzante de 28 milímetros, que continúa con una herida punzante que interesa el borde del lóbulo superior del pulmón derecho. También otra herida de 15 milímetros de longitud en el tórax. En la muñeca derecha y en las piernas el cuerpo evidenciaba que había recibido numerosos golpes. En la muñeca se supone que al defenderse.
En el procedimiento judicial se ha indicado que la acusada, tras agredir con su hijo al fallecido, mandó un mensaje por WhatsApp a un amigo, a las cuatro menos cuarto de la madrugada, en el que el dijo: «Abre que voy y te llevo una cosa». Cuando le abrió le entregó 4.300 euros. Se marchó, pero volvió a la misma casa unos cinco minutos después y le entregó un collar de cuentas tibetano, muy pesado, que en una zona metálica tenía restos de sangre. Según la acusación particular ella le dijo a su amigo que habían agredido a Óscar.
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La acusación particular, que representa el letrado Emilio Cortés, ha indicado que Juan, el acusado de asesinato, se escondió primero en casa de un amigo y luego se fue a Miajadas a casa de sus tíos, que le convencieron para que se entregara. Lo hizo al día siguiente del asesinato. El 3 de noviembre de 2019, a la una de la madrugada, su tío le llevó al cuartel de la Guardia Civil de Miajadas, donde fue detenido. Según el escrito de la acusación particular, cuando Juan estuvo en casa de sus tíos les dijo: «Me he arruinado la vida, tita, se me ha ido de las manos», «yo he cogido y he sacado una navaja y me he cegado», «la he cagado, me he destrozado la vida».
El juicio sigue con más declaraciones el miércoles.
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