El aumento de la prostitución en pisos dificulta la lucha contra la trata de mujeres en Cáceres

Tal y como señalan las organizaciones no gubernamentales y entidades que trabajan en la lucha contra la trata, después de la pandemia se intensificó la actividad en casas, lo que envolvió aún más en la bruma del anonimato esta actividad que mayoritariamente ejercen mujeres de forma obligada por explotación o vulnerabilidad social.

«Siempre ha habido pisos», señalan fuentes del sector de la lucha contra la trata que prefieren no revelar su identidad, «pero tras el covid se incrementaron». El cierre los locales públicos provocó que muchas mujeres «se quedaran en la calle y se trasladaran a domicilios» explican mientras alertan de que estos pisos hacen más difícil la intervención de la Policía, ya que se atomiza esta práctica. «Hay más dificultades de acceso», añaden. «Son espacios privados, la Policía se necesita una orden judicial para actuar».

Pese a ello las oenegés llegan a detectar casas en las que se produce explotación laboral gracias «al boca a boca», ya que en ocasiones son las propias mujeres las que buscan una vía de escape a su situación de explotación. En la ciudad no hay espacios en los que se produzca la prostitución en plena calle, aunque hay varios locales, a los que se denomina eufemísticamente 'clubes de alterne' en donde los hombres pagan por mantener relaciones sexuales con mujeres. La trata para fines sexuales va planteando situaciones diferentes en función del contexto. «El modus operandi y los tratantes van cambiando y a lo mejor te encuentras ahora más mujeres colombianas y dentro de un tiempo serán de Nicaragua, influyen los conflictos armados y la pobreza, en Extremadura las ucranianas no han terminado en las redes pero en algunos sitios de España sí», sindica esta fuente del tercer sector.

Las seis mujeres liberadas de los domicilios en los que eran obligadas a prostituirse en Nuevo Cáceres y que tenían entre 20 y 30 años fueron captadas en su país y a las que presuntamente se les obligaba a prostituirse día y noche. Los hombres que acudían a los pisos del Nuevo Cáceres eran «jóvenes» en su mayor parte.

¿Cuál es la forma para contactar con estos pisos para pagar por servicios sexuales? Internet ha sustituido a otros métodos más tradicionales y permite acceder a la prostitución con cierto anonimato.

La presidenta de Adhex, Flor Fondón, explica que hay mujeres que viven en estos pisos de forma permanente y otras que alquilan por horas las habitaciones. Con esta práctica los explotadores tratan de esquivar las inspecciones que pueden producirse en lugares públicos, en bares o lugares de ocio en los que se favorece o se ejerce la prostitución, una actividad que en España se encuentra en una especie de limbo, de situación alegal, ya que no está penado su ejercicio libre (cuando una persona lo ejerce y se queda con el beneficio). Según la valoración que aportaba hace unos meses en la ciudad hay aproximadamente una veintena de pisos o chalés en los que se ejerce la prostitución.

No siempre es fácil cercar los pisos en donde se lleva a cabo esta práctica, porque lo que sucede en muchas ocasiones es que las quejas de los vecinos por problemas en los inmuebles hace que los proxenetas busquen otros lugares para llevar a cabo esta actividad.

En el artículo 7.2 de la Ley de Propiedad Horizontal se señala que «al propietario y al ocupante del piso o local no les está permitido desarrollar en él (…) actividades que contravengas las disposiciones generales sobre actividades molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas», lo cual marcaría una vía para evitar que la práctica de la prostitución en pisos que en no pocas ocasiones esconden redes de trata.