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J. CEPEDA
CÁCERES.
Lunes, 1 de octubre 2018, 07:59
Los vecinos del barrio de Hispanoamérica tendrán que continuar acumulando dosis de paciencia para ver si finalmente una de sus principales reivindicaciones sociales acaba o no convirtiéndose en una realidad, como es la inauguración de su sede vecinal. Si bien el pasado mes de julio el presidente de la asociación de vecinos, Raimundo Medina, confiaba en que a lo largo de septiembre la apertura de esta instalación pudiese ser por fin un hecho constatable tras el compromiso recibido por parte del Consistorio, el último plazo dado por el Ayuntamiento de Cáceres se prolonga ahora hasta las fechas navideñas. Según mantiene el equipo de Gobierno local, el motivo no es otro que «las complicaciones surgidas para cobrar desde Hungría el aval de la empresa encargada de la segunda fase de la construcción» de la edificación situada en la calle Teide.
La situación de la mercantil Iniciativas para la Construcción y Obra Civil, declarada en quiebra justo antes de acometer los remates finales en el edificio vecinal, impidió que la adjudicataria de estos trabajos pudiese dejar todo en perfecto estado de revista para proceder a la apertura del inmueble. Todo ello a pesar de que los responsables vecinales ya tienen la llave en su poder desde el pasado mes de diciembre, cuando la recibieron de manos de la concejala Montaña Jiménez en un acto que tuvo lugar en la Casa de Cultura de Moctezuma, donde la asociación de vecinos de Hispanoamérica continúa teniendo su sede social a la espera de inaugurar sus propias y esperadas instalaciones.
De esta forma, según explica a este diario el concejal de Barrios y Participación Ciudadana, Víctor Bazo, «en los próximos días, a propuesta de la Secretaría General, saldrá a concurso una partida de 20.000 euros para acometer esos pocos arreglos de electricidad, fontanería y goteras» que impiden hasta el momento la puesta en marcha de este centro vecinal.
Asimismo, tal y como indica el edil, el Ayuntamiento de Cáceres asumirá con fondos propios «la actuación en la zona ajardinada para llevar a cabo la plantación de árboles y la actuación en la cubierta». Un montante económico que también asciende aproximadamente a otros 20.000 euros y que será llevado mediante los recursos propios.
Mientras, los vecinos de Hispanoamérica ven pasar el tiempo con cierta resignación. Así lo reconoce el presidente de la asociación, Raimundo Medina: «Con este asunto los vecinos ya estamos resignados porque es algo que nunca acaba de hacerse realidad», sostiene. El representante del colectivo, no obstante, piensa pedir próximamente una audiencia con la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, para conocer con exactitud cómo está la situación. Medina también hace mención al problema originado con el aval de la segunda empresa encargada de la construcción como motivo capital para que el Ayuntamiento todavía no haya intervenido en el arreglo de los últimos remates. «A mí ya me da miedo hasta a entrar allí. Con las fuertes lluvias que hemos llegado a tener, debe haber muebles destrozados a causa de las goteras. Sabemos que uno de los principales problemas esta vez ha sido originado por el aval de la empresa», lamenta Raimundo Medina.
La de la sede vecinal de Hispanoamérica es una historia que parece no tener fin. Tras las primeras reivindicaciones sociales surgidas en la barriada en la década de los años 80, no fue hasta el año 2011 cuando por fin comenzaron las obras, pero la primera empresa adjudicataria, Anfrades, abandonó los trabajos ocho meses después debido a sus problemas económicos.
Ya en agosto de 2015, la mercantil Iniciativas para la Construcción y Obra Civil se hizo cargo de la segunda fase de la construcción de la sede vecinal por un importe de algo más de 383.000 euros. El segundo proyecto incluyó diversas mejoras respecto al proyecto inicial, como es el caso de un mejor acceso al sótano o una cubierta con condiciones edificatorias más ecológicas, entre otras cuestiones que servían para mejorar el dibujo inicial.
Cabe recordar que, a pesar de ser una de las asociaciones más vetustas de la ciudad, Hispanoamérica es el único colectivo vecinal de Cáceres que no cuenta con centro propio para realizar sus actividades durante el año. Es por ello por lo que los vecinos continúan utilizando la Casa de Cultura de Moctezuma mientras se resuelve definitivamente la problemática surgida con el inmueble de la calle Teide. En principio, hasta la próxima Navidad.
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