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Contaba el viernes el actor Nico Romero, uno de los galardonados este año con la Tenca de Oro, que para él el sabor de este pescado de charca es niñez, cenas familiares en el patio de la casa de los abuelos y también presente, ... porque su núcleo sigue reuniéndose y degustándolas año tras año. Brozas (1.774 habitantes) rinde honores este sábado a este alimento que es un nexo emocional de sus habitantes con el entorno y también el máximo símbolo de una mancomunidad, la de Tajo-Salor, que celebra su fiesta grande.
Hacia la una del mediodía ha comenzado el festín de tencas fritas en la plaza de Ovando de la localidad natal del humanista Francisco Sánchez de las Brozas, del que este año se cumplen 500 años de su nacimiento. El sonido de las charangas ha abierto una jornada festiva y de convivencia que llega ya casi al final del verano y que ha conseguido retener a algunos veraneantes en un pueblo que, como todos en estas fechas, tiene que optimizar sus recursos para dar cabida a una población que se mulitplica. Había miedo a las altas temperaturas, pero la ola de calor ha terminado y el ambiente ha sido mucho más agradable que el de los últimos días, con cielo azul pero con una ligera brisilla. «Si pilla un día de calor calor esto no hay quien lo aguante», comentaban los participantes en esta cita festiva, declarada de interés gastronómico a nivel regional.
Un total de 4.500 raciones (alrededor de 400 kilos) han sido elaboradas de la forma más clásica, sumergidas en aceite de semillas bien caliente, una receta que no tiene gran misterio pero que permite disfrutar plenamente del sabor de este pescado. Julio, del catering de los Alisos, uno de los encargados de cocinar las tencas en esta jornada, destacaba la calidad del pescado que se está despachando este año. «Las piezas son más homogéneas». Cada ración (una unidad de tenca y pan) cuesta tres euros. Los primeros comensales que se sentaban a degustarlas mostraban su satisfacción por la calidad. «Están ricas y son grandecitas», indicaba un comensal, llegado de Garrovillas de Alconétar.
La tenca también admite innovación y la actividad 'Gastrotenca' muestra las posibilidades que ofrece la carne de este pescado para elaborar fórmulas de cocina delicattessen. Los cocineros Elvira Bonilla, José Manuel Galán y Benito Sousa han elaborado 300 tapas de tres variedades: un niguiri de tenca con tocino, una gilda y un burrito mexicano. Es la demostración visible de que la flor y nata de las charcas de la zona permite incluso fantasías.
Además de comer, la Fiesta de la Tenca ofrece un buen puñado de actividades en torno a este pescado que, dicen las crónicas, ya comía en Yuste el emperador Carlos V. Una de las más importantes es el concurso de pesca y que en Brozas tiene una modalidad autóctona: se trata de la 'pesca de burro', que consiste en meter unos cajones de maderas en las charcas para capturar así estos pescados. Además pudo disfrutarse de un mercado de productos biológicos y artesanos, observación de aves y tren turístico. Los niños tuvieron también su dosis de diversión con los pucheros, una piñata tradicional.
La Mancomunidad Tajo-Salor también aprovecha la jornada para hacer promoción turística de las localidades que la integran: son 15 en total: Alcántara, Aliseda, Arroyo de la Luz, Brozas, Casar de Cáceres, Garrovillas de Aconétar, Hinojal, Malpartida de Cáceres, Mata de Alcántara, Monroy, Navas del Madroño, Piedras Albas, Santiago del Campo, Talaván y Villa del Rey. La Fiesta de la Tenca cumple hoy su 35 edición.
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