Cáceres vuelve a entregarse a un Womad que transforma la ciudad monumental

Womad repite patrones, aunque desde hace unos años se ha convertido en un festival sobre todo local, para los de casa. Exitoso y muy querido para los que llevan años disfrutándolo, pero algo más limitado.

La prohibición de acceder a la Plaza Mayor con bebidas siguió cumpliéndose ayer viernes. Desde la empresa de seguridad que apoya el trabajo de la Policía Local para controlar los accesos se indicaba ayer que habían interceptado algunas personas con bolsas, pero que, en general, la norma se estaba cumpliendo.

Hacia las ocho y media de la noche, después del concierto de Chloé Bird, la plaza empezaba a mostrar un lleno muy considerable. ¿Mas o menos que antes del botellón? Es difícil calibrarlo. Algunos responsables de comercios de la zona aseguraban haber habido «un bajón», pero la imagen, sin entrar en datos exactos, era muy similar a la de otros años. Entre todos los asistentes estaba también la presidenta de Extremadura, María Guardiola, no protagonizando un acto institucional, sino disfrutando. Es difícil ser una cacereña de su generación (ella nació en 1978) y no ser womera. Está casi en el ADN.

El menú musical de este viernes arrancó con los grupos extremeños Hombre Tigre y Wistimber en la Plaza de Santa María, un escenario que se recupera para Womad. Por la tarde pasaron por la Plaza Mayor, además de Chloé Bird Afriquoi, Shirley Davis & The Silverbacks y Asian Dub Fundation, el cierre de oro de esta jornada.

San Jorge volvió a convertirse en el lugar de los conciertos más íntimos y las apuestas más personales, como el grupo Mitsune (Alemania y Japón) y Marala, de Barcelona.

De la época de los perros hippies que acompañaban fielmente a sus dueños 'womeros' a los perros policía olisqueando al público en busca de sustancias estupefacientes del festival de este año. A algunos asistentes a la 31 edición festival Womad, les ha sorprendido la abundancia de canes en el recinto de los conciertos. La invasión de esta especie de patrulla canina es una de las notas características de este Womad sin botellón que parece estar logrando sus propósitos: mayor limpieza y una imagen más cívica. Tal y como ha explicado el Ayuntamiento se trata de las prácticas del curso de guías caninos que ha llevado a cabo la Policía Local.

Hay un Womad de conciertos y otro de ambiente, de compras en los tenderetes o de probar las comidas del mundo. Por el mercado de Cánovas pasan cientos de personas. Hay casi 200 tenderetes en el bulevar, y es posible comprar prácticamente de todo. Se echa de menos a los músicos andinos que animaban la parte superior de Cánovas con sus ritmos.

Fernando Duque es ecuatoriano residente en Madrid, regenta un puesto de banderas y camisetas y lleva más de una década viniendo a Womad el festival. Considera que la cita musical «ha bajado» en los últimos años. «Ya no viene tanta gente de fuera».

La crítica de Néstor, un artesano del barro procedente de Valencia, se refieren al tipo de puestos que hay en Cánovas. «No todos son de artesanía, si esto sigue así va a convertirse en un mercadillo más».

El festival de Peter Gabriel continúa hoy con un programa que incluye 10 conciertos y en donde brilla el español Mr. Kilombo a las 21 horas en la Plaza Mayor y Vieux Farka Touré, de Mali, a las 23 horas. Es el Womad de la reivindicación pro Palestina y el broche, con el grupo Dam, procedente de ese país, puede convertirse en una explosión de solidaridad colectiva y un grito de rechazo a todas las guerras.