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La última tienda que permanecía operativa, en la galería de Cánovas, cerró el viernes. ARMANDO MÉNDEZ
Cae el imperio cacereño de las golosinas con el cierre de la última tienda de Sánchez Cortés

Cae el imperio cacereño de las golosinas con el cierre de la última tienda de Sánchez Cortés

El viernes se clausuró el establecimiento situado en la galería comercial de Cánovas; sus seis empleadas han sido despedidas por jubilación

Lunes, 3 de octubre 2022, 11:51

Sánchez Cortés ya es historia en Cáceres. El imperio de las golosinas ha caído definitivamente después de echar el cierre a la última tienda que quedaba operativa en la ciudad, la situada en la galería comercial de Cánovas. Este establecimiento fue clausurado el viernes y las seis empleadas que lo atendían en turnos reducidos han sido despedidas por jubilación, según ha podido saber este diario.

Concluye así un proceso iniciado en 2021 que ha consistido en el cierre progresivo de las tiendas que la firma cacereña tenía en Cáceres, Plasencia, Mérida y Badajoz. La fuerte caída de las ventas provocada por la pandemia está detrás de la desaparición de una empresa con 50 años de trayectoria que contaba el año pasado con una plantilla compuesta por 45 empleados, entre el personal de tienda y el de almacén.

La presencia de Sánchez Cortés termina en la calle (los escaparates de la última tienda han quedado cubiertos con papeles ) pero el proceso sigue abierto en los tribunales, ya que al menos cuatro letrados representan a los trabajadores de la empresa, que han denunciado retrasos en el pago de sus nóminas. A mitad del mes de septiembre se llevaron a cabo varios actos de conciliación, un paso previo para la demanda de resolución de los contratos.

Un grupo de empleadas demandó en marzo en el Juzgado de lo Social a esta empresa argumentando los retrasos continuados en el cobro de las nóminas, una práctica que ellas denominaban como «habitual». Pero la justicia le dio la razón a la empresa, y todas estas empleadas tuvieron que seguir trabajando. Hasta la semana pasada, las empleadas iban rotando en la única tienda que aún se mantenía en funcionamiento.

Durante todo este tiempo han persistido los retrasos en el pago de las nóminas de los trabajadores, que, según la versión de los empleados, han oscilado entre los tres y los cuatro meses. La falta de actividad de los últimos tiempos no solamente se percibía en los locales cerrados, el trabajo en el almacén escaseaba y los empleados en este departamento afrontaron tareas como el desmantelamiento de las tiendas.

Sánchez Cortés es una empresa unipersonal, de manera que, a diferencia de lo que ocurre con otro tipo de sociedades de responsabilidad limitada, y si no ha habido cambios en el último año, su propietario, Ángel Sánchez Cortés, responde de manera personal e ilimitada ante las obligaciones contraídas, es decir, con su propio patrimonio, según explicó en su momento un representante legal de la empresa, que esta mañana ha declinado hacer declaraciones.

La historia

La firma de golosinas surgió después de que el empresario Ángel Sánchez Cortés fuera, tal y como él mismo explicó en 2008 en un reportaje este diario, despedido de la empresa Chupa Chups, en un proceso que afectó a 350 personas en toda España. Un primer local desde donde operaba como almacenista y distribuidor situado cerca de la estación de autobuses sirvió para arrancar la que sería una importante red de tiendas que rebasó las fronteras cacereñas e incluso las regionales, ya que llegó a implantar su marca en Salamanca. La puesta en marcha del modelo de autoservicio modernizó este sector en la ciudad. Ya es pasado.

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