La cafetería Acuario de Cáceres dice adiós tras 50 años y nace Cánovas 6

Lo primero que han hecho ha sido darle una vuelta al nombre. Se va a llamar Cánovas 6. «El 6 es por el portal, por el número del edificio, y Cánovas porque nadie dice voy a la avenida de España, sino voy a Cánovas, es algo simple», razona Pacheco. La duda es si el cacereño medio logrará olvidar el nombre de toda la vida, marcado a fuego. El restaurante se inaugura oficialmente el sábado a las 13 horas y a partir de la 16 habrá música en directo de Saavedra y Andy Acedo.

Explotarán todas las zonas de este local, desde la terraza al restaurante, la zona de copas y la discoteca Pantera, la antigua Cameron. La idea es que todo esté en danza casi de forma ininterrumpida y hacerle un guiño a todos los públicos, también a los jóvenes como ellos. «Un viernes por ejemplo se puede estar desde las ocho de la mañana para desayunar hasta las cinco de la mañana que cierra la discoteca». Esperan que el tiempo acompañe en Semana Santa y poder iniciar con éxito la temporada de primavera-verano.

En cuanto a la carta dicen que van a subir un poco el nivel y a centrarse en los productos clásicos de la tierra. «Hemos apostado por calidad, hemos intentado hacer algo intermedio entre precio, calidad y producto», explican los nuevos empresarios. Proliferan los ibéricos y les darán importancia al menú del día, que costará 13 euros.

Aunque empezaron a explotar el local el 9 de enero han cerrado durante unos días para hacerle una puesta a punto y darle un toque diferente. «Es un local clásico y nosotros tampoco hemos querido crear un local extravagante, pero sí actualizarlo».

En esta nueva era de Acuario, Cánovas 6 se hanquedado con la mayoría de la plantilla que ya trabajaba, solo se ha ido el cocinero. que ha montado un negocio fuera de Extremadura. Se han duplicado el número de empleados «En cocina había tres, ahora hay siete y en barra había cuatro y ahora hay ocho».

No son ajenos a las complicaciones del sector. «Enero y febrero son los peores para la hostelería en Cáceres, y en ese parón hemos entrado nosotros, pero nos estamos defendiendo y ahora ya si todo va bien, para adelante», explica Jorge Pacheco con el entusiasmo del que arranca algo ilusionante.

Volvemos al pasado. Dos años después de su fundación en 1973 se quedó a cargo del negocio solo uno de los socios, José Pérez Mayo. Tomaron el relevo de la gestión tres de sus once hijos (María, Javier y José Pérez Burgos) y uno de sus yernos (Sergio Márquez). En 2006 se llevó a cabo una ambiciosa obra y hubo un cambio de nombre. Acuario pasó a llamarse Manómetro y llevó a cabo una potente transformación que le cambió la cara. En ese momento dejó de ser una cafetería con un intenso sabor setentero para colocarse directamente en el estilo de los primeros años del siglo XXI.

Pero volvería a sus orígenes. En el año 2015 el matrimonio formado por Sergio y María se quedan como gerentes del local familiar y dos años más tarde, en 2017, la cafetería volvería a llamarse Aquario, aunque esta vez con q, otro pequeño toque de innovación.

«Llevamos más de 40 años, empieza una nueva etapa y lo coge gente joven y con ganas», apuntan los antiguos dueños de Acuario, un espacio que ha servido millones de cañas, participado en jornadas gastronómicas, en la feria de día de San Fernando y la de San Miguel y que ha cedido sus paredes para exposiciones artísticas de todo tipo. No hay nostalgia, sino futuro.