La calle Pintores de Cáceres se aleja del comercio tradicional y vira hacia el turismo

Estas dos aperturas se suman a la reciente instalación de la pastelería artesanal con aires parisinos 'Botanicc' y a la llegada a la ciudad de la tienda de regalos 'Ale-Hop', conocida por su icónica vaca. Antes, también se fijó en Pintores 'Carrefour' en su formato de supermercado express.

«Pintores está ahora más enfocada al turismo que al comercio tradicional», resume Fernando Jiménez Berrocal, historiador y cronista oficial de la ciudad.

La evolución vivida por la vía, añade Jiménez Berrocal, «entra dentro del cambio general que han sufrido los centros urbanos de las ciudades que han experimentado una evolución turística», agrega al tiempo que recuerda que hace unas décadas, donde ahora hay embutidos y helados, se ubicaban tiendas de toda la vida de textil. «A Pintores nos llevaban nuestras madres a comprarnos las calzonas», cuenta a modo anecdótico.

Las nuevas aperturas producidas en la zona buscan en los visitantes, y no tanto en los cacereños, su principal nicho de mercado. Más ejemplos. En las inmediaciones de Pintores, en el número 10 de la calle Paneras, acaba de ponerse en marcha una consigna automática para guardar equipaje. Está dirigida a los clientes de hoteles y apartamentos turísticos que quieren estirar su estancia en la ciudad una vez que han dejado su alojamiento. De esta manera, pueden dejar a buen recaudo sus pertenencias.

Y, mientras tanto, en la calle Donoso Cortés, a un paso de Pizarro y el Helga de Alvear, también prepara su llegada a Cáceres una tienda de jamones que ocupará el local que durante años acogió la Zapatería Zambrano.

Al viraje de Pintores hacia el turismo también han contribuido dos factores, según señala el cronista oficial de la ciudad. Por un lado, la apertura de grandes superficies como el Ruta de la Plaza, que se han convertido en las nuevas áreas comerciales de Cáceres. De hecho, las franquicias de Inditex que había en Pintores, como Bershka, cerraron su establecimiento a pie de calle para quedarse en el centro comercial.

La última firma que ha recorrido este camino ha sido Decathlon. La tienda de Pintores cerró el pasado mes de abril al abrir en los terrenos del centro comercial Way, junto al Junquillo, su nueva gran superficie.

El otro factor es la irrupción imparable del comercio electrónico, que poco a poco come terreno al comercio tradicional.

«Después de implantarse 'Ale-Hop' en Pintores, han venido a mi oficina otras firmas parecidas buscando locales grandes. Pero aquí apenas hay», resume Tomás Pintor, agente inmobiliario especializado en la zona.

«Todo lo relacionado con la restauración, como las taperías y las cafeterías, ha proliferado muchísimo. Con respecto a hace diez años, hay el doble», estima.

Las nuevas aperturas de los últimos meses han reactivado una calle, Pintores, y su área de influencia que se caracterizaba por acumular locales vacíos. Según un recuento realizado por este diario hace prácticamente un año, en septiembre de 2023 había 24 bajos comerciales con la persiana bajada entre Moret y Pintores, lo que suponía casi un 40 por ciento (el 37 para ser exactos) del total de establecimientos.

Pintores y Moret cuentan con 65 locales comerciales. En la primera calle, la vía comercial más castiza de la ciudad, 13 de los 40 espacios de los que disponía estaban cerrados (un 32 por ciento). Y la cifra era más elevada en la calle paralela, Moret, donde los locales vacíos ascendían a 11 de 25, lo que representaba un 44 por ciento del total.

Uno de los motivos a los que tradicionalmente se ha achacado la acumulación de locales vacíos es el alto precio de los alquileres, inasumibles para pequeños emprendedores. Según Tomás Pintor, los arrendamientos se han abaratado en los últimos tiempos. «Los locales han bajado de precio. Por el más caro se estará pagando 5.000 ó 6.000 euros al mes y por el más barato, 1.000 ó 1.200 euros», estima.

A modo de apunte histórico, Jiménez Berrocal señala que en el año 1639 había en Pintores tres mesones, cinco zapateros, tres sastres, dos barberos, dos curtidores, dos tenderos, un boticario, un cerero y un sombrerero. Fue en el siglo XVIII, destaca, cuando definitivamente se transformó en la principal arteria mercantil de Cáceres.

Con el paso del tiempo, las ciudades evolucionan y ahora esta calle y toda su zona miran a los turistas como sus principales clientes. Sobre todo, cuando las cifras de visitantes y de alojamientos siguen al alza. El dato de apartamentos turísticos acaba de superar la barrera de los 400, según el dato ofrecido por la Junta de Extremadura. Y Cáceres cerró 2023 con más de 282.000 viajeros, según la encuesta de ocupación hotelera del Instituto Nacional de Estadística (INE).