El concejal socialista David Santos, con camiseta del Redoble, y el alcalde Rafael Mateos, se abrazan tras la toma de posesión de esta mañana. Jorge Rey

Una camiseta del Redoble, cordones cortos y algunas lágrimas en pleno de investidura de Cáceres

El ambiente de concordia entre los distintos partidos reina en la toma de posesión del nuevo alcalde

Cristina Núñez

Cáceres

Sábado, 17 de junio 2023, 15:39

Begoña Villacís dijo en su discurso de despedida como vicealcaldesa de Madrid hace tres días que los políticos se hablan mejor a la espalda que a la cara, dando cuenta de esa necesidad que tienen los que ocupan cargos públicos de estar siempre a degüello, ... aunque sea de cara a la galería, por dejar patentes, quizás, las diferencias.

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Este sábado el salón de plenos del Ayuntamiento de Cáceres y las dependencias que lo rodean parecían una fiesta de concordia y de buen humor entre los partidos políticos. Todos, o casi todos, hablaban entre ellos sin importar su signo político, se hacían fotos y compartían esa especie de ilusión de lo que empieza. Por ejemplo, se vio charlar amigablemente a Álvaro Jaén, de Unidas Podemos, con Elena Nevado, ex alcaldesa del PP y portavoz de Sanidad en la Asamblea esta última legislatura. Se formaron grupos 'random', que dirían los adolescentes, aleatorios, con concejales de diferentes partidos charlando sin más. Abrazo efusivo de Antonio Bohigas, concejal ahora socialista que proviene de Ciudadanos, con Jorge Suárez, del PP, que vuelve al ruedo político.

Estamos en el kilómetro cero de una legislatura y hoy había un ambiente parecido a cuando nace un bebé, donde reina la alegría y la fe en el futuro, en ese niño que se hará grande y que puede que también nos dé algún disgusto. El salón de plenos estaba atestado desde al menos media hora antes de que se iniciara el acto de toma de posesión del nuevo alcalde y de los 24 ediles más (11 del PP, 10 del PSOE, dos de Vox y dos de Unidas Podemos). Familiares, amigos, antiguos concejales poblaban los asientos o asistían de pie, apelotonados en la parte de atrás de la sala, a la toma de posesión como alcalde de Rafael Mateos.

En la sala previa muchas conversaciones, apretones de manos y emoción contenida, sin grandes efusividades. No faltaron las sonrisas, pero el rictus no era igual en un 'barrio' que en otro. La que ha sido durante estos cuatro años concejala de Cultura, Fernanda Valdés, contuvo en alguna ocasión las lágrimas y también se les saltaron a miembros del equipo de confianza de Luis Salaya. No lloró ni hizo amago Rafael Mateos, muy en su sitio. A diferencia de otros alcaldes que a esta hora acaban de recibir el bastón de mando él no lo elevó por encima de su cabeza ni como si fuera la Copa de Europa sino que lo recogió discretamente.

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La ceremonia fue rápida, ágil y sin grandes sobresaltos. A más de un concejal no le entraba bien el cordón de la medalla por la cabeza, lo que hizo plantearse a los responsables de protocolo que quizás sea necesario para la próxima alargar el collar. En cuanto a la indumentaria, mucho clasicismo y trajes oscuros en los hombres, poco riesgo, y vestidos generalmente frescos en el caso de las mujeres. La ropa de David Santos Holguín, el que ha sido concejal de barrios y LGTBI+ en el gobierno municipal de Salaya era una declaración de principios. Camiseta del Redoble, una chapa de Federico García Lorca en la solapa de la chaqueta junto a la rosa roja, el icono del PSOE. Y zapatillas deportivas inclusivas: una, con los colores de la bandera gay y otra con las tonalidades que identifican la lucha de los derechos por las personas trans.

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