«Como estoy casado, la gente piensa al verme en el altar que tengo un hermano gemelo cura»

Natural de Jerez de los Caballeros, reside en Cáceres desde que tiene 13 años, cuando se vino a estudiar al colegio San Antonio con los franciscanos. Es licenciado en psicología y antropología. También tiene la carrera de piano. Se ordenó como diácono en 2017. «Siempre he sido una persona muy católica y siempre he tenido esa vocación de servicio a la Iglesia», admite. «Extremadura es una de las regiones en la que vamos más atrasados con el tema de los diáconos.

En Sevilla, Madrid o Barcelona los primeros diáconos se ordenaron hace 40 años», dice. Está adscrito a la parroquia de San Blas y colabora, además, con la de la Sagrada Familia, donde coordina las catequesis. En San Blas, cuenta, oficia bautizos, entierros y bodas. Y participa, además, en la misa de los domingos junto al párroco. «Un entierro lo puede hacer un diácono solo. Hago una media de 15 entierros al mes», detalla. Quini también suele ir a los sepelios celebrados en los tanatorios. «Como estoy casado y soy padre, hay gente que va a los entierros y al verme en el altar y piensa que tengo un hermano gemelo cura», relata a modo de anécdota.