Imagen de archivo de los exteriores de la fábrica de componentes automovilísticos de Catelsa. HOY

Catelsa deja en suspenso el ERTE y vuelve a funcionar a pleno rendimiento en Cáceres

La dirección de la planta industrial no descarta tener que retomar esta medida de ajuste si la situación empeora este otoño

Cristina Núñez

Cáceres

Jueves, 8 de septiembre 2022, 08:08

Los 231 trabajadores de la fábrica de componentes automovilísticos Catelsa-Hutchinson de Cáceres afectados por el ERTE que se aprobó en octubre de 2021 han vuelto a sus jornadas habituales de trabajo. El ajuste estaba causado por la caída de los pedidos, que ... obligó a esta planta industrial a reducir su capacidad productiva y a cerrar sus puertas uno o dos días a la semana arrastrados por la falta de suministros de microchips a causa del parón del coronavirus.

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La previsión era que el ERTE, del que solo quedaron fuera nueve trabajadores, continuara hasta final de año, aunque la mejora de la situación en verano ha permitido que el recorte haya quedado en suspenso. No significa que se haya retirado del todo, ya que podría reactivarse en el caso de ser necesario, es decir, si volvieran a reducirse los pedidos y la fábrica no requiriera seguir produciendo al 100% como en estos dos últimos meses del verano.

Las previsiones económicas para el otoño son catastróficas y la industria ya se prepara para lo peor, pero el incremento de pedidos ha logrado que desde julio hayan podido restablecerse las horas de trabajo. «En julio mejoró la situación, agosto fue un mes bueno y septiembre está yendo bien», indicó ayer a este diario el director de la fábrica, Jean Luc Wisniewski, quien señala que se ha contratado a una docena de trabajadores temporales para poder afrontar la actual carga de tareas.

Este momento positivo no significa, tal y como señala este responsable, que la situación sea idílica. «Aunque tenemos trabajo, los rendimientos son menores», precisa. La subida del precio de la electricidad y de las materias primas afecta a esta industria, perteneciente al grupo francés Hutchinson, nombre bajo el que opera. La parada de la producción en fábricas como la Volkswagen de Vitoria o Stellantis en Vigo auguran un declive que puede afectar a la factoría cacereña.

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Negociaciones

Las negociaciones para definir las condiciones del ERTE en Catelsa arrancaron a primeros de octubre del pasado año, cuando la empresa anunció que se había reducido en un 40% el número de encargos que recibían. Antes, en el mes de junio de ese mismo año la compañía propuso a los trabajadores adelantar las vacaciones ante una situación que empezaba a hacer salta las alarmas. Las grandes factorías de automóviles habían llevado paros temporales por la incapacidad de producir vehículos debido a la carencia de los semiconductores.

Tras alcanzar en el mes de octubre un acuerdo el comité de empresa con la dirección de la fábrica con el que se compensaba la parte proporcional del salario que deja de abonar el servicio público de empleo, se acordó que este periodo se extendería hasta marzo de 2022. Pero el desplome de los pedidos y la inestabilidad de los mercados obligó entonces a la dirección de la firma a prorrogar esta medida transitoria hasta final de año.

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Trabajadores consultados por el diario mostraban ayer su satisfacción por recuperar parte de la normalidad, aunque la posibilidad de volver al ERTE pueda plantearse en un horizonte cercano y retomar el cierre temporal de la planta uno o varios días a la semana, o que solo acuda a trabajar la mitad de la plantilla, repartiéndose las jornadas laborales.

Una fábrica a punto de cumplir medio siglo

La fábrica Catelsa cumplirá en 2023 medio siglo desde que empezó su andadura en Cáceres. La fabricante francesa de neumáticos Hutchinson adquirió esta compañía cacereña en el año 1988. Desde entonces, ambos nombres, Catelsa-Hutchinson, van unidos. Ubicada en el polígono de las Capellanías, es una de las pocas industrias de la ciudad y una de las mayores empleadoras del sector privado. Esta factoría trabaja para a prácticamente todas las firmas automovilísticas y un tercio de los coches europeos llevan material salido de esta fábrica de Cáceres. Su actividad está centrada en la fabricación de piezas de caucho como material principal como insonorizantes, membranas de servofreno, fuelles, juntas de estanqueidad o palieres.

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