Imagen de archivo de una operaria trabajando en la planta de fabricación de piezas de automóvil de Catelsa Hutchinson en Cáceres. HOY

Catelsa recupera su nivel máximo de producción en Cáceres y descarta un nuevo ERTE

La empresa de componentes del automóvil contrata trabajadores temporales para hacer frente a la elevada demanda

Cristina Núñez

Cáceres

Martes, 5 de septiembre 2023, 20:46

Estamos a niveles previos a la pandemia, hemos recuperado la normalidad por completo». Así de optimista se muestra Jorge Gutiérrez, director de la industria de componentes automovilísticos Catelsa Hutchinson, que en los últimos años ha pasado por baches importantes que le han obligado a ... reducir su capacidad productiva y a cerrar sus puertas uno o dos días a la semana debido al parón del coronavirus y a la crisis de los microchips.

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A diferencia de lo que sucedía hace un año, con unas previsiones económicas aún inciertas por la subida del precio de la electricidad y de las materias primas y la parada de la producción en fábricas como la Volkswagen de Vitoria o Stellantis en Vigo actualmente el panorama parece más despejado y no se vislumbra un nuevo ERTE. «Los pedidos han vuelto a la situación normal, tenemos algunos trabajadores temporales, la situación está controlada e incluso en crecimiento, no un crecimiento enorme, pero sí, estamos bien», precisa esté ingeniero que cogió la dirección de la fábrica hace un año.

El pico de producción ha requerido, como explica, tirar de trabajadores temporales para afrontar las horas extra. «Los pedidos han vuelto a la situación normal y deseable, estamos en una situación óptima, con volumen de ventas correcto». La fábrica, que cuenta con unos 230 trabajadores, ha vuelto a los niveles pre covid en cuanto a volumen de facturación. «La pandemia fue una caída brutal de un día para otro y luego vino la crisis de los semiconductores, no había capacidad suficiente para poder tener los componentes electrónicos de los vehículos, lo que paralizó la industria del automóvil, pero ahora esas dos grandes crisis han desaparecido». A lo largo de la historia de esta factoría ha habido otros momentos en los que también se tuvo que prescindir de trabajadores, como en los años 2010, 2011 y 2012.

Cambios

A pesar de todo la industria automovilística no es estática, sino que plantea innumerables retos que ya están en la calle. «Hay una transformación enorme, la transformación del vehículo modifica toda la estructura del automóvil, lo que lleva consigo muchos cambios en los clientes y en los pedidos», indica Gutiérrez.«Las personas todavía no saben bien qué tipo de motorización coger, si híbrido, eléctrico...eso hace que se haya ralentizado la venta de vehículos, que en Europa no está al mismo nivel que antes de la covid, aunque nosotros sí hayamos llegado a este nivel».

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La diversidad que trae aparejada el coche eléctrico no ha frenado a Catelsa, que mantiene el íntegro el volumen de fabricación de componentes. «Hay fábricas de la industria del automóvil que cuando llegue el vehículo eléctrico van a estar muy afectadas, pero nuestro caso no es ese, tenemos piezas eléctricas, piezas de combustión y de cualquier lado».

La factoría está preparada para afrontar la transición al vehículo eléctrico, ya que cubre la demanda de todo tipo de modelos

Además de poder dar servicio a muchas firmas comerciales otra ventaja es que se trata de una producción dirigida mayoritariamente a la exportación, ya que el 95% de lo que se produce anualmente (100 millones de piezas) salen del país, es un mercado internacional casi al 100%. «La ventaja de Catelsa es que estamos muy diversificados, no hay una producción centrada solamente en un país, sino que como hacemos muchos tipos de piezas distintas de muchos mercados distintos podemos meternos en muchas aventuras», señala Gutiérrez.

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Los principales clientes que tiene Catelsa están, por países, en Portugal, Francia, Polonia, Alemania, Marruecos, Bélgica, Turquía y República Checa. Y hay más, porque en total son 30 los países que reciben los elementos que se fabrican en la capital cacereña. Son piezas de caucho como material principal de insonorizantes, membranas de servofreno, fuelles, juntas de estanqueidad o palieres.

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