El centro de Cáceres, blanco de una nueva oleada de pintadas

Sánchez Varona comunica la calle Parras con Moret y es uno de los itinerarios accesibles creados en 2019 para llegar al centro histórico dentro de las actuaciones englobadas en la controvertida obra de Alzapiernas.

Las pintadas no son un problema nuevo en la ciudad. De hecho, desde el Consorcio Cáceres Ciudad Histórica se han llevado a cabo campañas periódicas para limpiar fachadas, acompañadas de charlas de concienciación en los colegios.

La proliferación de grafitis en el casco viejo, en el área que rodea la almendra histórica, es uno de los problemas que arrastra el casco viejo cacereño, unida al cierre de negocios y a la degradación de edificios cerrados.

Hay que recordar que el Ayuntamiento ha asegurado que está buscando fórmulas para atraer nuevas empresas a Moret y Pintores. La última firma en marcharse de la zona ha sido la franquicia de restauración Lizarrán, una decisión adoptada después de que el Consistorio le retirara la terraza por el mal estado en el que se encuentra el edificio anexo, situado en el número 36 de la calle Moret (esquina con Pintores).

Los desprendimientos producidos en la fachada de este inmueble hace meses llevaron al Consistorio a acordonar la zona y a retirar los veladores. El pasado 10 de agosto el Ayuntamiento anunció que arreglará esta fachada de forma subsidiaria y que pasará la factura a los dueños. El informe técnico realizado por el Ayuntamiento en 2019 valoraba la restauración de la fachada en casi 11.000 euros, concretamente 10.943.24 IVA incluido. Se encargará un presupuesto con los precios actualizados.