El certamen homenajea en su aniversario a históricos del caballo

Han pasado 75 años desde que Cáceres iniciara su primer concurso hípico, solo interrumpido en una ocasión durante el cambio de las instalaciones de la Ciudad Deportiva al recinto en uso actualmente, en el año 1986. La organización reconoció ayer el papel de varios jinetes cacereños y también de personas que con su trabajo han contribuido a que esta cita se considere la más antigua del país y venga gente de toda España y Portugal. Sobre la arena en la que se desarrolló la competición se premió en primer lugar a Eduardo Ortega, que compitió por primera vez en el año 1979. Siguió el homenaje con Miguel Morillo Velarde, que debutó hace 40 años en el mundo de la hípica. Antonino Antequera hijo recibió también su agradecimiento por su papel en este concurso durante otras cuatro décadas. Los aplausos y el agradecimiento fueron después para Ignacio Grande, que debutó en el año 1982.

Especialmente emotivo resultó el homenaje a Fernando Herreros de Tejada, el único jinete cacereño que ha ganado el gran premio de ese concurso, según se dijo ayer. Lo hizo en 1966. También estuvo a cargo de la dirección técnica del mismo. También estuvo cargado de cariño el reconocimiento que se hizo Martín Díaz Blanco, que durante años fue el encargado del recinto hípico y que contribuyó a la organización del concurso. Se dijo que él empezó «desde abajo, como boletero», y se aprovechó este momento para reivindicar la vuelta de las apuestas a este concurso. El tema estaba en el aire durante el transcurso de esta prueba que reúne a 110 caballos y 80 jinetes y en el que se reparten un total de 20 premios al día. Hoy domingo se entrega el premio 'Cáceres Patrimonio de la Humanidad'.