![Cinco años de cárcel para cada uno de los dos hombres que casi matan a otro en la Feria de Cáceres de 2022](https://s2.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/2023/10/19/HF1QSXT1-RU1Je7CmzTFKtQhTNbPwprJ-1200x840@Hoy.jpg)
![Cinco años de cárcel para cada uno de los dos hombres que casi matan a otro en la Feria de Cáceres de 2022](https://s2.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/2023/10/19/HF1QSXT1-RU1Je7CmzTFKtQhTNbPwprJ-1200x840@Hoy.jpg)
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A las cinco y media de la tarde del viernes 27 de mayo de 2022, en plena Feria de San Fernando, un hombre salió de un local de la calle Juan XXIII sangrando por la cabeza, el cuello y los costados. Pidió ayuda, manchando ... las paredes y el suelo de sangre hasta que se desplomó. Gracias a que le atendieron inmediatamente, llevándole en una ambulancia al hospital este hombre, que entonces tenía 44 años, no murió. Le operaron urgentemente y pudo salvar la vida después de estar bastante tiempo en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Había sido apuñalado y golpeado con un martillo por dos hombres que intentaron escapar, pero fueron detenidos por la Policía en la misma calle Juan XXIII.
La Audiencia Provincial de Cáceres ha visto este caso como un delito de homicidio en grado de tentativa, y ha condenado a cada uno de los agresores a cinco años de prisión, no pudiendo contactar con su víctima ni acercarse a menos de 200 metros de ella durante diez años.
Por otra parte, el tribunal indica que los dos deben indemnizar solidariamente al hombre al que casi matan con la cantidad de 22.700 euros. A esa cifra se tiene que añadir el pago de 14.336 euros al Servicio Extremeño de Salud, ya que ese es el dinero empleado en curar al agredido.
Según se refleja en la sentencia, en el relato de los hechos considerados probados, a las cinco de la tarde de ese 27 de mayo de 2022, los dos acusados estaban en un local, de planta baja, en la calle Juan XXIII, cerca de la esquina con la calle Argentina. El local lo utilizaba uno de ellos como taller de manualidades y por eso tenía cuchillos, martillos y destornilladores, entre otras muchas herramientas.
Entró en el local el hombre que luego resultaría agredido y comenzaron a discutir. Los dos acusados atacaron al hombre que acababa de entrar, uno armado con un cuchillo de unos 28 centímetros de longitud y 15 centímetros de hoja; y el otro con un martillo con cabeza metálica de 24,5 centímetros de largo.
Se pusieron encima de la víctima, que se había caído al suelo al tirarle una silla u otro elemento del mobiliario, y mientras uno le daba martillazos en la cabeza, el otro le clavó el cuchillo en el cuello, la cara y en la zona de ambos costados. El herido se salvó porque pudo zafarse de los procesados y salir del local para pedir ayuda. El tribunal asegura que de no haber recibido el agredido una asistencia urgente e inmediata, «las heridas sufridas habrían causado la muerte».
Tenía las siguientes heridas: una en el párpado superior derecho, otra en el cuero cabelludo, otra en el mentón, también en el cuello y en la nuca, otra herida de defensa en un dedo de la mano izquierda, varias heridas incisivas penetrantes en el hemitórax, otra en la zona del omóplato, y una herida incisopunzante en la parte superior del abdomen.
Tuvieron que pasar 209 días para que el herido pudiera curar de las lesiones. Le ha quedado como secuelas varias cicatrices por distintas zonas del cuerpo, una de ellas oblicua de ocho centímetros de longitud en la mandíbula, otra de siete centímetros en el cuello, y otra de 14 centímetros desde un hombro a un costado.
Los dos acusados solían estar en el local de la calle Juan XXIII, señalando algunos vecinos que el ambiente era algo extraño. Lo cierto es que cuando la Policía entró en el local, en el lavabo y en la repisa de un mueble encontraron ocho papelinas de sustancias estupefacientes, con un peso bruto de 1,9 gramos. No se ha acreditado que esa droga fuera para vender a terceros, pudiendo ser para consumo propio.
Los condenados tienen alrededor de 60 años y antecedentes penales. Tanto ellos como la víctima son de Cáceres. La sentencia indica que se desconoce el motivo de la disputa entre los tres. No obstante, fuentes de la investigación señalaron que tres días antes del intento de homicidio, el agredido acudió a la Comisaría de Cáceres para denunciar que le habían quemado el coche. Al parecer sospechaba del hombre que habían alquilado un local pequeño en la calle Juan XXIII y de su amigo. Según los agresores ellos solo se defendieron, declararon que el herido entró en el local con un cuchillo, pero lo cierto es que ninguno de los dos agresores resultaron heridos.
La sentencia de la Audiencia podía ser recurrida en la Sala de lo Civil y Penal del TSJ de Extremadura.
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