Juicio rápido por los acontecimientos ocurridos el pasado domingo de madrugada en La Madrila y que acabaron con la Policía Nacional realizando disparos al aire ... para frenar a un conductor que condujo de forma temeraria por la plaza peatonal de Albatros. Este hombre interpuso una denuncia contra otro por un delito de amenazas, lo que se ha resuelto con un juicio rápido.
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El denunciado ha sido condenado por un delito leve de amenazas. El Juzgado de Instrucción número 1 de Cáceres le ha impuesto una multa con una cuota diaria de seis euros y una orden de alejamiento que le prohíbe acercarse al denunciante durante seis meses a menos de 100 metros y comunicarse con él.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del sábado al domingo 22 de octubre. El trabajador de uno de los locales de la zona, guardia de seguridad, no permitió la entrada al denunciado sobre la 1:30 horas de la madrugada. Lo hizo porque tenía órdenes de sus superiores, ya que se trata de una persona conflictiva que ya había tenido problemas en otras ocasiones en el interior del local, según se refleja en los hechos probados.
Al producirse esa situación, continúa la sentencia, el condenado comenzó a increpar al portero de seguridad con expresiones como que «era un gordo y que se iba a enterar, que iba a sangrar como un maricón y que le iba a tirar cuatro tiros». Se marchó del lugar, pero permaneció por las inmediaciones.
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Después, mandó un vídeo a su teléfono móvil personal del demandante en el que le decía que le estaba esperando. Al terminar su jornada laboral, el guardia de seguridad recibió un nuevo video del denunciado donde le amenazaba con que «iba a llorar por su hijo y que iba a ver lo que era la muerte de cerca».
La parte denunciante ha aportado la grabación de las amenazadas proferidas por el denunciante, respecto a lo que indica que «si bien pueden estar enmarcadas en un ambiente tenso derivado de la negativa de dejarle acceder al local no justifican que se soliviante o altere la paz de una persona que se está limitando a cumpir con las órdenes encomendadas».
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La sala añade, además, que dado el tipo de expresiones utilizadas y el cariz de las relaciones entre ambos, es probable que el denunciante temiese que la posibilidad de una futura agresión, tanto a él como a su hijo, se pudieran materializar.
La sentencia ha sido dictada tras la celebración de un juicio rápido al transformarse las diligencias en delito leve. El fallo no es firme, por lo que cabe recurso de apelación ante la Audiencia provincial de Cáceres.
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