Condenados varios camellos que ofrecían droga a jóvenes en La Madrila, en Cáceres

Los agentes supieron que el hombre que iba de un grupo a otro decía la siguiente frase: ¿Queréis probar unas pastillas que tengo a muy buen precio?». Le detuvieron y al cachearle le encontraron 16 pastillas amarillas que era éxtasis, cinco bolsitas de MDMA (droga sintética), un grinder (triturador de marihuana) y 55 euros, dinero que supuestamente había conseguido vendiendo la droga que ofrecía.

Tras iniciarse una investigación los policías supieron que esta persona se dedicaba, desde finales de 2019, a vender en la ciudad de Cáceres MDMA, éxtasis y popper (droga que se consume inhalándola). El 30 de octubre de 2019 había comprado medio kilo de sustancias estupefacientes a un individuo que no ha sido identificado.

El camello detenido en La Madrila, le pasaba droga a otros dos individuos que se dedicaban a vender droga.

La Audiencia Provincial de Cáceres ha condenado a cada uno de estos tres camellos, a penas de año y medio de prisión, aplicando la eximente incompleta de drogadicción. El tribunal ha decidido suspender la pena privativa de libertad durante cuatro años, con la obligación de no cometer otro delito y hacer lo posible para desengancharse, participando en programas de deshabituación al consumo de estupefacientes. Uno de ellos, que sufre trastorno mental por culpa de su adición, se encuentra actualmente ingresado en una comunidad terapéutica.

En el banquillo de acusados se sentó un cuarto individuo, que su abogado a librado de ser juzgado al demostrar que había sido acusado al confundirle con otra persona. Se le ha absuelto y la Audiencia ha ordenado que se abran diligencias con la persona con la que había sido confundido, que es de la provincia de Badajoz.

En la Audiencia de Cáceres también se ha juzgado y condenado a otro camello de Cáceres.

Fue detenido por agentes de la Policía Nacional el 6 de octubre de 2021. Ese día iban a cumplir la orden de registrar su vivienda, cuando le vieron llegar en un coche Peugeot. Cuando el procesado les vio intentó desprenderse de un envoltorio de plástico. Lo metió en un calcetín. Los agentes encontraron tres envoltorios manchados con heces, en los que había 6,34 gramos de cocaína y heroína. Al hacer el registro en su vivienda hallaron 11 gramos de cánnabis y sustancias para mezclar con la droga antes de preparar las dosis.

El tribunal le ve responsable de un delito de tráfico de drogas, por el que le condena a dos años, al aplicar la atenuante de drogadicción, ya que es consumidor de cocaína y heroína. Tiene una dependencia en grado medio que, según la sentencia, «no le impide comprender la ilicitud de su comportamiento». También debe pagar una multa de 1.342 euros.

Los magistrados de la Audiencia Provincial, de la sección penal, han analizado una demanda formulada por la defensa de otro acusado de traficar con drogas en la provincia de Cáceres, en donde se pedía anular un registro domiciliario por supuestas anomalías.

Se basaba la petición de anulación en que el registro se realizó el pasado 20 de abril, y el auto de entrada no fue firmado por el juez hasta el día siguiente.

La Audiencia señala que el registro estaba más que justificado, entregando el Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional de Cáceres un informe de 32 folios, con fotos del seguimiento que habían hecho al acusado, recalcando que habían visto al sospechoso entregando un paquete a otra persona, a las tres de la tarde, en una urbanización de Cáceres, resultando que en el paquete había 109 gramos de cocaína.

La Audiencia afirma que el registro se realizó con todas las garantías para el sospechoso, y es totalmente legal.