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Se avecina nueva operación inmobiliaria en el casco viejo cacereño. Las Hijas de Cristo Rey, propietarias del Palacio del Duque de Abrantes, ultiman la venta del inmueble. El edificio está situado en la Plaza del Duque (popularmente conocida como Cuatro Esquinas), a escasos metros de la Plaza Mayor.
Según ha podido saber este diario, la operación está pendiente de salvar los últimos trámites. Su futuro propietario sería un miembro de una conocida familia cacereña. Y la idea es destinar la construcción al turismo, previsiblemente convertida en hotel y restaurante. HOY se ha puesto en contacto con el comprador del histórico edificio, que ha declinado hacer declaraciones.
«La venta no está cerrada a día de hoy. Se está en negociaciones. Esperamos que se ultime la operación, pero de momento no está cerrada», aseguran fuentes de la congregación Hijas de Cristo Rey, cuya sede está en Madrid. En la actualidad se han suspendido las visitas de empresas interesadas en acceder al inmueble porque el palacio se da prácticamente por vendido.
Si finalmente el trato se cierra con éxito, sería la tercera operación inmobiliaria de calado en palacios del casco viejo en los últimos meses, tras la adquisición de la antigua sede de Carreteras (en la Plaza de los Golfines de Abajo) por Atrio para convertirla en un centro de convenciones, y el proyecto para hacer del Palacio de Godoy un hotel de lujo tras el acuerdo alcanzado por el grupo hispano-peruano Scipion Real Estate y la Junta de Extremadura, que aporta el inmueble, tasado en 2,1 millones de euros.
El Palacio del Duque de Abrantes fue levantado en el siglo XVI por Francisco de Carvajal. Permanece sin uso desde 2017, año en el que la congregación decidió cerrar la residencia universitaria que funcionaba en su interior por su baja ocupación. Durante el curso 2016/2017, el último que estuvo en marcha, solo tuvo cinco chicas alojadas en su interior.
Las religiosas decidieron poner a la venta el inmueble (con un precio de salida de dos millones de euros) y seguir prestando sus servicios a la Diócesis de Coria-Cáceres desde Malpartida. Las empresas interesadas en el edificio no tardaron en llegar. En julio de 2017, poco tiempo después de su salida a la venta, hasta cuatro firmas hoteleras habían preguntado por este palacio.
Se trata de una construcción que cuenta con un doble sello de protección. Primero fue declarada monumento histórico-artístico y posteriormente fue clasificada como edificio singular. Su última gran rehabilitación se llevó a cabo a finales de los años ochenta, cuando la congregación religiosa compró el edificio y lo recuperó por completo. Las obras duraron dos años y las dirigió el arquitecto Ángel González. Comenzó a funcionar como residencia femenina en septiembre de 1989. La dotación ofertaba 45 habitaciones individuales.
El palacio es de estilo gótico-renacentista y cuenta con escudos de armas de familias vinculadas a Cáceres como los Carvajales, Saavedras y Paredes. Uno de sus grandes atractivos es el jardín que esconde en su interior, donde se encuentra una pequeña capilla. Aquí la cofradía del Cristo Negro celebraba la festividad del Lignum Crucis. También tiene biblioteca y salones para conferencias, entre otros servicios.
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