Imagen de la vivienda fabricada donde se aloja Rubén Sánchez junto a otro estudiante cacereño. HOY

Denuncian las condiciones «deplorables» de alumnos Erasmus cacereños en Francia

Uno de los afectados presenta una queja a la inspección de Educación por las condiciones de la vivienda y de la empresa donde hacen prácticas

Cristina Núñez

Cáceres

Martes, 14 de mayo 2024, 20:51

«Me vuelvo, estoy esperando los billetes». Habla Rubén Sánchez Custodio, de 20 años y alumno de formación profesional del IES Universidad Laboral, que el pasado jueves llegó a la localidad francesa de Abares et Lagrave junto a otro compañero cacereño para hacer prácticas en ... una empresa dentro del programa Erasmus +.

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Él es estudiante del Ciclo Formativo de Grado Medio 'Técnico en obras de interior, decoración y rehabilitación' y tenía previsto estar un mes en la localidad, próxima a Burdeos, aprendiendo su oficio en la compañía Eurl Métre Carre M2. Pero las cosas no han ido como esperaba y su familia ha denunciado ante la inspección provincial de Educación de Cáceres las «deplorables y miserables circunstancias» con las que se ha topado este joven, que se aloja en una vivienda prefabricada en los alrededores del pueblo, de 15.000 habitantes. En las fotografías y vídeos que envía se ve una casa precaria y sucia, con una lavadora en el exterior de la vivienda, un somier sin colchón apilado y un calentador de agua al que le falta la carcasa, lo cual entraña un riesgo, indica.

Rubén explica que el jefe de la empresa les proporcionó este alojamiento que destina habitualmente a los trabajadores extranjeros. «Hablamos con tres compañeros que estuvieron aquí el año pasado y nos dijeron que estuvieron cómodos, pero este año todo estaba sucio y mal preparado», explica este joven. «Pensábamos que quedándonos en este alojamiento podríamos ahorrar parte de la beca», detalla.

Imagen proporcionada por el estudiante Rubén Sánchez. HOY

Una vez instalados descubrieron que el importe de la vivienda se llevaba 1.100 euros por cabeza, y que solamente les quedaban 400 euros del dinero disponible para el resto de la estancia, que fue lo que les ingresaron. El resto se fue a pagar la vivienda, algo que gestionó este programa de movilidad internacional. «Hicimos una compra grande y yo me quedé ya con 250 euros, soy celiaco y mi comida es muy cara», alega Rubén. «Los profesores nos dijeron que ellos se enteraron del precio 20 días antes de venir, entiendo que ellos querrían que hiciéramos el viaje».

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Rubén lamenta también las condiciones de la empresa. «Al llegar aquí los mismos profesores que organizan esto nos dijeron que no es una empresa de obra oficial, que es un empresario autónomo que tiene a algunos trabajadores». Denuncia también que las medidas de seguridad no son las correctas.

«Está todo sucio y mal preparado y cuesta 1.100 euros por cabeza»

Rubén Sánchez

Estudiante

Desde la Consejería de Educación se explica se indica que los centros educativos solicitan sus becas Erasmus directamente con Servicio Español para la Internacionalización de la Educación dependiente del Ministerio de Ciencia y Universidad y se encargan de gestionar el viaje y la estancia del alumno. «Las familias están informadas por parte del centro de las condiciones en las que se va a realizar la estancia formativa y del dinero que van a recibir y que la participación en estos programas es voluntaria», señalan mientras apuntan que el centro educativo ha ofrecido al alumno la posibilidad de regresar de forma inmediata si no desea permanecer allí y que en esta misma circunstancia se encuentra otro alumno «que no ha remitido ninguna queja al respecto».

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Destacan que un docente de ese centro se encuentra en una localidad próxima a estos dos alumnos por lo que está al tanto de lo que pueda suceder.

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