Denuncian un nuevo derrumbe en la ermita de San Jorge de Cáceres

Se trata de la pérdida de un tramo completo de la nave y de parte de su arco de medio punto, que ha quedado ligeramente rebajado. Es un derrumbe más que se suma al que sufrió en noviembre de 2019 y en el mismo mes de 2021 y que afectaron a su estructura.

Eso contribuyó a acelerar el estado de degradación de esta construcción que está incluida en la Lista Roja del patrimonio, una clasificación que elabora la asociación Hispania Nostra y en la que figuran elementos patrimoniales cuyo estado de conservación despierta dudas o supone un peligro para su propia integridad.

De hecho, han sido diferentes las voces que han ido alertando del deterioro de este templo, que guarda en su interior unos frescos que se atribuyen a Juan de Ribera y que están datados en 1665.

La ermita de San Jorge se encontraba en terrenos privados hasta que en el año 2022 la titularidad del templo pasó a manos de la Junta de Extremadura tras la cesión del mismo con el objetivo de que la administración regional empezara los trabajos para rehabilitarla.

Recientemente, el Ayuntamiento de Cáceres solicitó a la Consejería de Cultura de la Junta la cesión de los terrenos. Realizó esta petición bajo la figura jurídica de la concesión demanial para poder ejecutar las obras necesarias para la restauración de la ermita.

De momento, el ejecutivo liderado por Rafael Mateos no ha contabilizado a cuánto ascenderían las obras de recuperación. El Consistorio tampoco ha precisado si ejecutaría la actuación con fondos propios o con alguna ayuda recibida para este fin.

Desde la Dirección General de Patrimonio han manifestado que continúan a la espera del permiso de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) para ejecutar su rehabilitación,

Por su parte, tras el nuevo derrumbe, el concejal del PSOE Jorge Villar lo ha calificado como «un acontecimiento trágico que representa una pérdida irreparable para el patrimonio histórico de nuestra ciudad».

Indica que «la inacción tanto del Ayuntamiento de Cáceres, liderado por Rafael Mateos, como de la Junta de Extremadura, que es la propietaria de la ermita, ha llevado a la pérdida de un bien fundamental para conocer la historia de Cáceres».