Educación prevé que el nuevo colegio Proa de Cáceres tardará al menos cinco años

La consejera Mercedes Vaquera y los secretarios generales Eugenio Pozo y Pilar Pérez Peña abordaron junto a los representantes de la comunidad educativa todos los problemas que asedian a un centro alojado en un edificio con 55 años de antigüedad. Aunque ya estaba proyectada la construcción de un nuevo centro la paralización de la obra por parte de la empresa debido a la subida del precio de los materiales obligó a paralizarla para licitarla de nuevo.

Según explica Silvia Muñoz, tesorera de la AMPA del centro, la Consejería de Educación explicó ayer que la nueva legislación obliga a modificar el proyecto. «El proyecto tiene que adaptarse a esa legislación nueva». Es el momento en el que se encuentra la iniciativa del nuevo Proa antes de que se pueda licitar. «Sobre el tema económico nos han dicho que no nos preocupemos porque entra dentro de los fondos Feder, que son casi 10 millones de euros». En cuanto a los plazos de los que se habló ayer. «Ellos manejan como plazo optimista cuatro años, como plazo realista cinco».

No se descarta, aunque no es fácil encontrar algún recinto que esté desocupado y que cumpla con los requisitos necesarios, que los alumnos puedan trasladarse a otro espacio. La Junta de Extremadura ultima las obras de refuerzo estructural en el edificio, con un presupuesto de casi 47.000 euros que estaba previsto que finalizaran antes del inicio de curso.

Respecto a la situación vivida el pasado verano Silvia Muñoz indica que los responsables de Educación se han comprometido a reforzar la seguridad del centro con un nuevo vigilante, que reforzará los dos existentes. El centro se encuentra a la intem perie y los actos delictivos se suceden. Ha habido también robos en el material de las obras. A partir del día 2 de septiembre cada uno de los tutores reportarán cuáles son los objetos que se tienen que reponer, pero ya se sabe que ha habido robos de ordenadores, televisiones y últiles de cocina, entre otras cosas. Muchas ventanas

Las grandes dimensiones del recinto que acoge Proa dificultan que se aborden mejoras sin tener que hacer unas grandes inversiones. «Las obras planificadas se van a hacer, hay aulas cerradas que se van a reparar, se puso el mobiliario nuevo del internado y se van a adaptar las rampas», explica Muñoz, que agradece el trato a los responsables de la consejería de Educación.

Otro problema que padece Proa es la imposibilidad de contar con un médico en el centro. «Se jubiló el que había en Navidades, sacaron la plaza pero nadie la quiere, nadie quiere ir al Proa», indica esta madre del centro.