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Las cantidades marean, aunque por el momento no dejan de ser números sobre un papel porque el proyecto de la mina de Valdeflores no dispone aún ni de los permisos ni del capital necesarios para ponerse en marcha. La empresa australiana Infinity Lithium, propietaria del 75% del proyecto (el otro 25% pertenece a Valoriza Minería, del grupo Sacyr) hizo público ayer el esperado estudio previo de viabilidad de San José Valdeflórez, un documento de 60 páginas encargado a la consultora independiente Wave Internacional, en el que se detallan tanto las expectativas de producción de la mina como la repercusión económica que tendría el proyecto. El estudio ya ha sido presentado en el mercado de valores australiano ASX, en el que cotiza la compañía.
Las cifras son gigantescas. Si todo saliera según los planes de Infinity, la mina de Valdeflores y la planta de procesamiento adyacente producirían 16.500 toneladas al año de hidróxido de litio, el compuesto que se utiliza para la fabricación de las baterías de los automóviles eléctricos. El litio se extraería de la mina a cielo abierto durante 19 años y se procesaría en la planta durante 30, lo cual generaría una facturación total de unos 5.500 millones de euros a lo largo de esas tres décadas. Cuando la extracción y la planta estuvieran a pleno rendimiento emplearían a un mínimo de 195 trabajadores, con un salario medio anual de 48.000 euros. La inversión inicial necesaria para poner en marcha el proyecto alcanzaría los 280 millones de euros. La empresa hace hincapié en que no se trata únicamente de un proyecto minero, sino también industrial, ya que el hidróxido de litio se procesaría en una planta ubicada en Cáceres.
No hay que olvidar que todas estas cifras son por el momento meras estimaciones que tiene como origen, por un lado, la capacidad de producción que se le supone a la mina, y por otro las condiciones del mercado del litio que se prevén en las próximas décadas. De hecho, el propio estudio de viabilidad advierte de que se basa en «evaluaciones técnicas y económicas de baja precisión (+/- 25%), que «dadas las incertidumbres involucradas» los posibles inversores no deben basar su decisión únicamente en este estudio, y también que «deben tener en cuenta que no hay certeza de que Infinity podrá recaudar fondos cuando sea necesario».
No obstante, y a la espera de que se publique el estudio de viabilidad definitivo, la compañía australiana confía en que este documento previo le allane el camino de cara a los dos grandes objetivos que tiene ahora por delante: conseguir los permisos administrativos para explotar la mina cacereña y lograr la financiación necesaria. Ambos están estrechamente ligados entre ellos y ninguno de los dos será fácil, sobre todo por el contundente rechazo social y político que ha generado el proyecto en la ciudad de Cáceres.
Actualmente el procedimiento administrativo para lograr los permisos de explotación se encuentra parado en la Junta de Extremadura. El pasado mes de junio el ejecutivo autonómico anuló la solicitud de explotación por un defecto de forma, ya que los permisos de investigación en los que se basaba no salieron a exposición pública, por lo que todo el procedimiento se ha retrotraído a ese punto.
Sin embargo, la actual Ley de Minas permite un atajo, ya que se puede solicitar la concesión de la explotación sin necesidad de disponer de un permiso previo de investigación, siempre que esa solicitud vaya acompañada de un estudio de viabilidad completo. Infinity Lithium ya ha manifestado su intención de explorar esa vía, lo cual podrá hacer en cuanto disponga del estudio final, que será el siguiente en ver la luz tras la presentación ayer del documento previo. También sería necesaria una modificación del Plan General Municipal (PGM), que ya ha sido rechazada por el Ayuntamiento de Cáceres, una decisión que la empresa no descarta recurrir ante los tribunales.
Será el desarrollo de todo este procedimiento administrativo el que determinará si Infinity encuentra o no los inversores que necesita para llevar a cabo el proyecto. El estudio previo de viabilidad otorga actualmente a la mina de Valdeflores unos 800 millones de euros de VAN (índice que se suele usar en la industria energética, y que determina el valor de unas reservas en función de los ingresos futuros estimados). Prevé además un retorno de la inversión del 42,3%.
En la campaña de promoción del proyecto que ha lanzado a nivel internacional, Infinity juega también la baza de que la Comisión Europea ha declarado la producción de baterías de litio para automóviles eléctricos como una industria estratégica para la Unión Europea. Bruselas considera esencial que las numerosas plantas de producción que se están proyectando por todo el continente puedan nutrirse de una materia prima (hidróxido de litio) generada en la propia Unión para no tener que depender de China, principal productor mundial de litio a día de hoy, de manera que toda la cadena de producción, desde la extracción del litio hasta la fabricación de las baterías, sea local. De hecho una de esas plantas, proyectada en Suecia, va a recibir un préstamo de 350 millones de euros por parte del Banco Europeo de Inversión para su puesta en marcha.
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