Las actividades lúdicas de la Plaza Mayor (pista de hielo, casetas y atracciones) y el mercado navideño del Paseo de Cánovas cerraron este domingo sus puertas con buenas sensaciones después de semanas de consumo y alegría generalizada. Con la Navidad ya finiquitada el casi ... millón de luces led que adorna la ciudad se encendió por última vez. La cuesta de enero se abre paso.
Publicidad
Después de un mes y medio (abrió el 25 de noviembre) la pista de hielo vivía su último día para patinar. Su gerente, el empresario Antonio García, manifestaba su satisfacción por la acogida que ha tenido y por el ambiente que se ha creado en el centro. Aunque la lluvia de primeros de diciembre hizo que la pista tuviera que permanecer cerrada hasta que se volvió a formar el hielo, en general el tiempo ha favorecido la afluencia de público, señala García, que ya se prepara para desembarcar el próximo año en la Plaza.
Noticias relacionadas
«Los hosteleros y comerciantes han quedado muy contentos porque la Plaza se ha llenado de gente, diles tú que el año que viene no va a haber pista», ironizaba el domingo a falta de conocer el número exacto de visitantes que ha tenido esta atracción, que ha generado cierta polémica en la ciudad por el impacto visual en la Plaza Mayor y el coste de la actividad. También hubo quejas al principio por el ruido generado por la máquina para crear el hielo.
El mercado de Navidad, que ha estado instalado durante 37 días en el Paseo de Cánovas mantuvo sus 60 puestos abiertos durante la mañana de ayer, pero por la tarde los comerciantes y artesanos ya desmantelaban sus tiendas efímeras. Inmaculada Polo, responsable de Acac (Asociación de comerciantes y artesanos de Cáceres, que este año ha organizado esta cita, destacaba ayer el buen funcionamiento de esta cita, en el que por primera vez se han llevado a cabo actividades infantiles y de animación. «Más allá de que hayan atraído al público han funcionado porque han dado ambiente».
Publicidad
Mustafá Yamak Ismael
Comerciante
Ya en pleno proceso de recogida el comerciante sirio Mustafá Yamak Ismael explicaba que el balance había sido bueno. «Yo siempre vengo muy contento a Cáceres, venda o no venda», explica el dueño de un puesto lleno de artículos de bromas y muñecos que lleva 40 años viniendo a la ciudad desde Alicante, que es su lugar de residencia. «Me considero casi de aquí».
También mostraba su satisfacción Alfonso Habas, la persona que atendía el puesto de 'El Miajón', de Castuera, también habitual de distintas ferias en Cáceres. «En general podemos decir que ha sido un buen balance», señalaba.
Publicidad
Rosa Sardá, librera habitual de la feria navideña de Cáceres señalaba, en mitad de cientos de libros que estaban siendo recogidos, que este año la cosa había estado algo más floja que en otras ocasiones.
Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.