El encarecimiento de los materiales retrasa la obra de la ermita del Vaquero en Cáceres

El encarecimiento generalizado de los materiales de construcción tiene sus efectos en la calle Caleros. En esta castiza vía se levanta la ermita del Vaquero, sobre la que hay prevista un intervención para poner fin a las humedades que deterioran el templo. La rehabilitación corre por cuenta de la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura, que ha tenido que cambiar los plazos de la obra debido, precisamente, al incremento de los precios.

Cultura ya tiene el proyecto de ejecución y preveía sacar a licitación la obra en el último trimestre de 2021 por un importe de 143.927 euros para llevarla a cabo durante este 2022. Pero ahora las cuentas no salen y hay que recalcular presupuestos.

«Ante la situación provocada por el incremento de precio de los materiales de construcción, la Consejería de Cultura está supervisando de nuevo los contratos previstos para licitación en el último trimestre de 2021 para incrementar los presupuestos en sintonía con la situación del mercado. Es el caso de la rehabilitación de la ermita del Vaquero de Cáceres. Una vez revisados los contratos, serán licitados en el primer trimestre de 2022», asegura la administración regional tras ser preguntada por el motivo de la demora.

Según un estudio realizado el pasado mes de octubre por la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), el coste total de las obras se ha incrementado de media un 22,2 por ciento. Este informe detalla que los materiales que más se han encarecido en los últimos meses han sido la madera (125 por ciento), la piedra (68 por ciento) y el cobre (63 por ciento), según los datos de la patronal.

Las actuaciones previstas en el proyecto, que firma el estudio cacereño Cruz&Rueda e incluye novedosos trabajos de digitalización de la ermita hechos en colaboración con el laboratorio TAD3 Lab de la Universidad de Extremadura, contemplan el cambio de cubiertas, la recuperación de la fachada y el desmontaje del retablo y del camarín. La construcción está tocada por los problemas generados por las filtraciones de agua.

De manera más detallada, el paquete de intervenciones prevé el desmontaje y traslado del retablo del camarín para ser restaurado. «La humedad ha afectado muy negativamente a los retablos de estilo barroco del siglo XVII, pues con la humedad han perdido parte de las pinturas y la madera sufre ataques de xilófagos. Destacamos la gravedad y el pésimo estado de conservación del retablo del camarín», desgrana el informe que acompaña al proyecto de rehabilitación.

Está previsto, además, el cambio de cubiertas, la restauración de muros interiores, el arreglo de la fachada (incluida la restauración de los esgrafiados) y la búsqueda de una solución a todos los problemas de humedades existentes en el encuentro de la ermita con la muralla. La construcción conserva en su patio interior un tramo del lienzo almohade, pendiente de restauración. La ermita del Vaquero linda, además, con el jardín de una vivienda anexa, la casa del ermitaño.

Esta ermita se levanta sobre el solar que se cree que albergó en su día la casa de Gil Cordero, el pastor al que, según la tradición, se le apareció la Virgen de Guadalupe. El origen de la construcción de la ermita se remonta a comienzos del siglo XVII.

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