Pese a que la negociación del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) entre la plantilla y la dirección de Catelsa se está desarrollando en un clima de entendimiento, según admiten los representantes de los trabajadores y el propio director de la planta, lo cierto es que este lunes no se cerraron los flecos sueltos para rubricar el acuerdo de ajuste laboral que afecta a casi la totalidad de los empleados, 231 de los 240 actuales.
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Se sigue negociando la parte económica que asumirá la empresa para complementar la prestación social por desempleo que recibirán los empleados (hasta un 70 por ciento), para que sus salarios se vean lo menos mermados posible.
El director general de la fábrica, Jean Luc Wisniewski, no desveló este lunes los términos económicos de la oferta que, según declaró a este diario, ha presentado la empresa a los trabajadores, «que mejora un poco las condiciones». «La idea es que los salarios más bajos no resulten muy perjudicados», aseguró el directivo.
A su vez, el comité de empresa ha planteado una contraoferta que la dirección llevará analizada a la nueva mesa negociadora que celebrarán el miércoles 20.
Lo que sí ha confirmado Wisniewski es como se aplicará en la práctica el ERTE, que se prolongará durante seis meses.
No se reducirán horas de la jornada laboral diaria. La fábrica cerrará durante «uno o dos días según las necesidades de producción o el nivel de pedidos», indicó el responsable de la que es una de las industrias que más gente emplea en la capital cacereña.
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La dirección asumió la semana pasada pagar las pagas extras y vacaciones a los 231 empleados a los que afecta la medida
La reunión del día 20 es la tercera que mantienen comité de empresa y dirección. La primera tuvo lugar el miércoles pasado y las partes quedaron emplazadas a la cita de este lunes. Los trabajadores quieren que su empresa responda por el 30 por ciento que no cubren las prestaciones para cobrar el salario completo. Ese era al menos el punto de partida de las negociaciones. Este diario no logró conectar con los delegados del comité.
La dirección ya accedió la semana pasada a abonar íntegramente las vacaciones y pagas extras de la plantilla que entra en el ERTE. Quedan fuera de esta figura laboral los cinco prejubilados, dos profesionales del departamento de recursos humanos, el médico de la compañía y un comercial de exportación.
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Una vez que se pacten las condiciones de la medida de ajuste, automáticamente el ERTE entrará en vigor, algo que puede suceder este mismo jueves si el miércoles prospera el acuerdo.
Catelsa, especializada en la fabricación de piezas de repuesto para coches, se ha visto tocada por la crisis mundial de los semiconductores o microchips que está azotando a la industria automovilística. Como consecuencia de la escasez de suministro provocada por el coronavirus, la compañía, que pertenece a la firma Hutchinson, ha sufrido una caída de producción que la va a abocar a cerrar sus instalaciones uno o dos días en semana mientras dure el ERTE.
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