Grandes dificultades para coger un taxi en la Cruz de los Caídos, filas interminables de autobuses en Avenida de Alemania. Gente, gente y más gente ... con un destino fijo, el Recinto Ferial, donde este sábado Extremúsika echa el cierre a tres días de conciertos con la sensación de que le espera una larga vida en la ciudad, a juzgar por lo bien que ha ido esta edición, la primera después de la pandemia y la primera en octubre, en una fecha algo descargada ya de grandes festivales a nivel nacional. Quizás sea esa la clave del éxito, o puede que un cartel ecléctico con grupos para casi todos los gustos, o el hecho de que haya habido mucho tiempo para comprar las entradas (más de dos años) y algunos las tuvieran guardadas como oro en paño. Sea lo que sea, y a la espera de que este domingo la organización dé los datos definitivos, la cosa ha funcionado, parece. Que sean 60.000 espectadores o no ya se dirá.
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Con puntualidad suiza, a las ocho de la tarde, Mala Rodríguez irrumpía en el escenario Don Porky. «Esta es la historia de una niña q vivía en el barrio de la paz de ella se decía que quería vender droga como su papá». Así, con 'La Niña', empezaba un concierto aún a medio gas en cuanto a público, pese a ser uno de los platos fuertes de esta cita musical que este sábado ofrece como grandes reclamos a Kase. O con Jazz Magnetism, Soziedad Alkoholica o Cristian Varela a última hora. «¿Esto es o no un festival»? preguntaba la jerezana. Falda de colegial, coletas. «¿Qué dices, Cáceres?», volvía a interpelar a un público que empezaba a entrar en calor. Uno de sus éxitos más rotundos y más conocidos, 'Tengo un trato', también sonó al inicio de este concierto. Y las manos empezaron a lanzarse al cielo.
Minutos antes ponía el broche a su concierto en el escenario más alejado, el Mr Bellota, el artista Foyone, Pedro Armando Navarro, una interesante figura del hip hop en nuestro país. A la música le acompañaban vídeos en la pantalla posterior del escenario, una mezcla entre arte y música.
¿Cómo es el público del festival Extremúsika? Dentro del recinto veinteañeros, treintañeros, algunos representantes de la generación 'X' e incluso 'boomers', sí, mayores de 50. Y fuera, porque no todos los participantes en el festival Extremúsika pagan entrada, menores disfrutando del ambiente. «No tenemos entrada, venimos por el ambiente, desde fuera se escucha bastante bien, nos hemos hecho la foto con cantantes, no hemos cogido las entradas porque de todos los que había nos gustaban solo dos o tres», contaban Alejandra, de 16 años, y Candela de 15. «Uno de los que más nos gustaba, Morat, se cayó del cartel», contaban estas jóvenes.
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«Llevamos dos años esperando el festival», decía por su parte Raquel Rubio, que compró la entrada por la Mala y por Bad Gyal, que empezó su concierto a las nueve de la noche. A esa hora el festival todavía era joven. Caía la noche y el recinto en el que se celebra la feria todos los años parecía precisamente eso, una fiesta. Con sus restaurantes ambulantes de hamburguesas y pizza, la posibilidad de hacerse perforaciones in situ o de comprar un bolso o una camiseta.
Un hombre fue detenido la noche del viernes por la Policía Nacional en el recinto del Festival Extremúsika por violencia de género, según confirma este cuerpo de seguridad, que no puede aclarar las circunstancias en las que se produjeron los hechos ni si el varón sigue arrestado. En el parte de cobertura sanitaria emitido por Cruz Roja también se precisa esta incidencia. Fuentes de esta institución detallan que la mujer fue atendida en el set sanitario dispuesto en este espacio y que tenía contusiones y heridas en la cara, aunque no hizo falta trasladarla al hospital.
La organización de esta cita musical que atrae a decenas de miles de espectadores explicó ayer que fue su servicio de seguridad privada el que detectó esta agresión y llamó a la Policía Nacional.
En la jornada del viernes al sábado Cruz Roja atendió a 12 personas por heridas, 14 por traumatismos, cuatro intoxicaciones, una patología cardiaca y dos patologías digestivas. Hubo también dos asistencias a menores, una intoxicación etílica y un esguince de tobillo.
La nómina de incidentes no se quedó ahí. La Policía Local detectó dos alcoholemias positivas, una tramitada por vía administrativa y otra vía penal por un atropello de carácter leve en la avenida de las Lavanderas, en las que realizada la prueba de alcohol,
Se formularon 13 denuncias por exceso de velocidad detectadas por el radar móvil del que dispone esta Policía Local. Por otro lado se levantaron seis actas de denuncias por posesión de sustancias estupefacientes y se formalizaron tres denuncias por venta ambulante sin autorización, en la que se intervinieron 12 barreños o esportillas con bebidas varias, latas de cerveza, refrescos y bebidas alcohólicas de alta graduación, unas 400 unidades en total. También se intervinieron productos cárnicos durante esta intervención.
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