La alta ocupación en hostelería y restauración es otra importante derivada de la jura de bandera del Cefot, que ha llenado la ciudad este ... fin de semana. En el portal de reservas hoteleras Booking podía verse este sábado que un 79% de los alojamientos disponibles estaban ocupados y según la asociación de apartamentos turísticos de Extremadura, Aptuex, en Cáceres estaban al 95%. «Las juras siempre llenan Cáceres», señala María Fernández, la presidenta de esta agrupación. «Son muchas familias las que vienen», apostilla mientras sostiene que esta enorme inyección ha logrado salvar un mes que no presenta un panorama halagüeño. «Es únicamente este fin de semana porque julio está siendo un mes flojo, el próximo fin de semana estamos a un 30-35% de ocupación y así llevamos casi todo el mes».
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Según su apreciación son los hoteles con piscina los que tienen una mayor demanda y muchas estancias son de paso porque se trata de viajeros que recorren España de norte a sur y de sur a norte y que hacen una breve parada en la ciudad de Cáceres. Tal y como lleva tiempo denunciando Aptuex, se requiere una regulación para limitar el número de los apartamentos turísticos en la ciudad.
Las familias son una parte vital de este acto y, según los datos que proporcionados por Defensa, por cada alumno del reemplazo que juró bandera le acompañaban unos seis familiares. 8.000 era la estimación de visitantes para contemplar la jura de bandera de los 1.376 alumnos.
No era nada fácil encontrar al hijo, al nieto o al novio entre la marabunta de soldados que había, pero la emoción fluye a espuertas. «Hemos podido localizarle», proclamaba orgullosa la familia de uno de los alumnos, procedentes de Málaga. «Me gusta que esté en el Ejército, el viaje ha sido largo y merece la pena», explicaba Paula Andrea Sánchez. Un trayecto más largo aún había hecho Jennifer Hernández, que había venido a ver a su hermano desde Canarias. «He ido desde Fuerteventura a Madrid y luego he conducido hasta aquí»,e xplicaba esta joven, que había venido acompañada de otros familiares. El plan para este sábado era comer con él («le echamos mucho de menos, tenemos que aprovechar») y después quedarse unos días visitando la región, haciendo turismo. «Es la primera vez, nunca había estado».
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La Plaza Mayor de Cáceres mostraba este sábado numerosos grupos de familias paseando y comiendo en los restaurantes de la zona. Pese a estar en pleno julio las temperaturas permitían la visita turística.
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