Las obras del nuevo centro de educación especial Proa en la barriada de Casa Plata están paralizadas. HOY

Las familias del Proa de Cáceres temen un retraso de años en la creación del nuevo centro

Los usuarios de este colegio lamentan que las condiciones actuales no son óptimas para acoger a alumnos con necesidades especiales

Cristina Núñez

Cáceres

Miércoles, 13 de septiembre 2023, 07:07

La historia del centro de educación especial Proa es la de una larguísima espera. Desde hace al menos dos décadas se habla insistentemente de la necesidad de que los alumnos de este centro cuenten con mejores dotaciones, algo que no sucederá a corto plazo.

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La contratación de los trabajos del nuevo centro en 2020 abrió un esperanzador panorama que se ha truncado por la resolución del contrato de obras debido al incumplimiento de plazo de la empresa adjudicataria (Joca ingeniería y construcciones). Esto supone que la obra tendrá que volverse a licitar, lo que augura un periodo dilatado. «Tardará años», se lamentan alas familias de los usuarios de este colegio que da cobertura a unos 80 alumnos con discapacidad de 3 a 21 años y que cuenta también con un internado.

La obra ya se paralizó en marzo de este año, cuando la Junta tuvo que revisar el contrato para ajustarlo a la nueva coyuntura económica, unos trabajos que se retomaron en junio y que ahora han vuelto a quedar suspendidos, ya sin fecha.

Familias y docentes de este centro critican el estado «lamentable» en el que se encuentra este centro que se inauguró hace 54 años en la barriada de Aldea Moret. Estas fuentes llegan a cuestionar incluso la idoneidad del espacio para acoger a alumnado con discapacidad. «Hay un edificio que se está cayendo el tejado y no se puede utilizar la parte de abajo, el patio está vergonzoso, está lleno de ortigas, las ventanas son de hierro, son peligrosas», relatan.

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Madres y padres consultados por HOY explican que el centro necesita una reforma profunda. «Calculamos que la obra tardará mínimo cinco años entre que se concursa, que se ejecuta y que nos mudamos, durante ese tiempo no pueden seguir los niños en las condiciones en las que están», expresan albergando dudas sobre si la obra se terminará haciendo. No se trata de una opinión oficial por parte de la Ampa, que tiene que acordar con todas las familias una respuesta consensuada. «Nuestro sentimiento es de abandono, pero lo que tienen que hacer ahora es arreglarlo». Algunas voces llegan a hablar de que el estado en el que se encuentra este centro haría necesario un traslado de los alumnos, al no cumplirse algunas normativas de accesibilidad. Una buena parte del alumnado del colegio tiene limitaciones de movilidad y otros utilizan sillas de ruedas. «No son instalaciones adecuadas ni para los niños ni para los trabajadores que están ahí», indican las fuentes consultadas por HOY.

No hay crítica negativa, en todo caso, al trabajo educativo que se brinda en este colegio ni a la profesionalidad de los docentes que desarrollan su trabajo en un colegio que cuenta con numerosos talleres relacionados con la lectura, las tecnologías o los idiomas, como Erasmus +.

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Reunión

Según ha sabido este diario las familias del centro han solicitado a la consejería de Educación una reunión para abordar el futuro de este centro educativo. Tras la primera paralización de las obras en la primavera pasada la anterior consejera de Educación, Esther Gutiérrez, asistió a una reunión a Proa, en donde escuchó las demandas de las madres de este colegio y se comprometió a llevar a cabo obras para paliar algunas de las deficiencias del recinto escolar.

Proa nació en 1969 promovido por la que entonces era la Obra Social de la Caja de ahorros de Cáceres y la de Plasencia (después Caja de Extremadura y Liberbank) y se estableció aprovechando instalaciones de la mina de fosfato de Aldea Moret.

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En el año 1983 se lleva a cabo la transferencia por 30 años de este recinto educativo al Ministerio de Educación. Posteriormente pasaría a depender de la Consejería de Educación. Además de por el deterioro de sus instalaciones, otro de los motivos por los que se ha planteado el traslado de este colegio es porque el terreno pertenecía a la Caja que, de haberlo necesitado, podría haber hecho valer su derecho a utilizarlo.

En todos estos años se ha dado muchas vueltas al proyecto, incluyendo la posibilidad de mantenerlo en Aldea Moret, primero en la misma parcela y después en otra cerca del centro de interpretación de la minería. Casa Plata resultó, finalmente, un sitio adecuado, pero el futuro está en el aire.

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El colegio acomete obras de mejoras para paliar las deficiencias en las instalaciones

A la espera de la construcción del nuevo centro, el colegio Proa necesita una mejora de calado, pero a largo del verano se han realizado parte de las obras a las que se comprometió la ex consejera de Educación Esther Gutiérrez, tal y como se explica en la página web de este centro escolar, en la carta de presentación del curso 2023-24, donde se detallan todos las novedades de cara al nuevo ciclo. Estas actuaciones se han centrado en la pintura del internado del colegio y en el cambio del mobiliario (camas, colchones y mesillas). También se han colocado toldos en el patio de los alumnos más pequeños y se han tirado dos techos que estaban en mal estado. A lo largo del mes de septiembre continuarán las actuaciones en este espacio educativo público. Proa es el único colegio de educación especial que hay en la ciudad y el único en la provincia con residencia, por lo que acoge a niños y jóvenes de distintos puntos de Cáceres. Cuenta también con comedor propio, en el que diariamente se ofrecen desayunos, comidas y cenas. El proyecto de Casa Plata plantea mejoras que tratan de llevar a este colegio a la vanguardia educativa, con un diseño novedoso y puntero. En el proyecto del Proa se incuyen una especie de apartamentos con cocina y dormitorio dirigido a los usuarios que forman parte del internado y con el que se aspira a que los alumnos puedan vivir con autonomía. Incluye una habitación de invitados en la que pueden alojar puntualmente a personas que lo deseen, como familiares de los internos, una opción que no está extendida en centros educativos especiales en el resto de España. Aunque la Lomloe y nuevas corrientes educativas extienden la educación especial a la escuela ordinaria actualmente en España casi 40.000 alumnos están escolarizados en colegios de educación especial como el Proa de Cáceres, un total de 476 repartidos por todo el territorio nacional.

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