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La indignación se adueña de la comunidad educativa del colegio de Educación Especial Proa después de que la dirección del centro diera a conocer los robos y el vandalismo que se ha producido en este mes de agosto.
María Polo, vicepresidenta de la Asociación ... de Padres y Madres de este centro (Ampa) es tajante, cree que el alumnado merece salir de este recinto educativo. «No está en condiciones para que nuestros hijos sigan aquí, tienen que reubicarlos», reclama, y asegura que hay muchos edificios vacíos en la ciudad, en otras barriadas, que podrían dar cabida a este servicio. Para esta madre, cuya hija lleva ocho años escolarizada en el Proa, lo sucedido es un varapalo. «Es una gran decepción, porque en los últimos años se han conseguido muchas cosas con nuestro esfuerzo», indica aludiendo a las últimas reformas y también al parque que sacaron adelante las propias familias.
Se sienten escuchados por los responsables institucionales, pero dudan de que todo pueda estar a tiempo para el día 11 de septiembre. «Sé que nos van a ayudar y se van a volcar, pero no sabemos si habrá tiempo y fondos para reponer todo lo que se han llevado», lamenta. «Si ya las condiciones eran malas en cuanto a las infraestructuras, ahora peor». Por el momento no hay una valoración exacta de los objetos sustraídos ni de los daños causados en este edificio.
A María Polo le parece muy injusta la situación. «Ningún padre con un hijo sano le metería en ese centro, y nosotros con el problema les tenemos que llevar obligados, porque no hay otro centro que nos los coja, sentimos mucha indignación».
El papel de la Ampa del Proa es vital a la hora de reclamar los derechos. «Intentamos tirar para adelante sin recursos, pero hasta donde llegamos, pero en cuanto nuestros hijos salen del centro nosotros también lo hacemos».
Por parte del profesorado del centro también se escucharon ayer voces que lamentaban el abandono en el que se encuentra este centro de Educación Especial. La maestra María García Barrantes escribía en redes a raíz de la publicación de la noticia en este diario que lo sucedido «es una más de tantas situaciones de injusticia, desventaja y abandono social, educativo y político que estamos viviendo toda la comunidad educativa de Proa». En su opinión, «un centro de Educación Especial debería ser la joya de la corona», pero «el abandono que sufrimos es la indiferencia a nuestra existencia».
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