Unas 25 familias ucranianas ya han llegado a Cáceres

Unas 25 familias procedentes de Ucrania han llegado ya a Cáceres, donde están siendo atendidas por las vías oficiales de los servicios sociales y las organizaciones no gubernamentales que ayudan a las personas que huyen de la guerra.

De momento, están alojadas en hoteles, pensiones o con diferentes familias de acogida pero también se está preparando el albergue municipal, situado en el edificio Valhondo, por si fuera necesario para las personas que pudieran llegar a partir de ahora.

El edificio, que ya se utilizó para acoger a las personas sin hogar durante el confinamiento de 2020, se está pintando, se están arreglando algunas humedades y revisando la caldera para que todo esté a punto para que los refugiados que se alojen lo pueden hacer con «una garantía de comodidad y dignidad», según ha asegurado el alcalde de Cáceres, Luis Salaya.

Además, unas 15 familias cacereñas han puesto a disposición sus viviendas vacías para que puedan ser ocupadas por estas familias, que deben acudir a la comisaría a regularizar su situación temporal en nuestro país, para tener asistencia sanitaria y poder trabajar.

Salaya ha recordado que toda la atención debe hacerse a través de las organizaciones habilitadas para ayudar a los refugiados como Accem, que está coordinando las ayudas que necesitan.

«Lo óptimo es que las familias estén en los próximos meses en pisos manteniendo una cierta autonomía porque es lo lógico y lo humano, pero sí hay gente que va a pasar mucho tiempo acogida en familias porque esto es una cosa que va a durar y y por eso la labor de las instituciones es garantizar que todos los refugiados están seguros», ha dicho.

El regidor cacereño, que ha visitado este viernes el Banco de Alimentos de Cáceres para conocer sus necesidades, ha insistido en que deben ser las instituciones como la Delegación del Gobierno, la Junta de Extremadura, la Diputación de Cáceres o los ayuntamientos, a través de la Fempex, las que coordinen las ayudas de las personas que llegan a la región.

En este sentido, el presidente del Banco de Alimentos de Cáceres, Juan Carlos Rincón, ha resaltado que pedirá a la Diputación Provincial y a los ayuntamientos de la provincia que se pongan en contacto con la institución para hacer llegar las «verdaderas necesidades» de las personas que tienen acogidas en sus municipios a través de una «vía oficial».

Así, ha puesto como ejemplo que deben ser los ayuntamientos los que notifiquen al Banco de Alimentos cuántas personas tienen en sus localidades, qué edades tienen y cuáles son sus necesidades para proceder al envío de alimentos, productos de higiene o lo que se necesite.

Las estanterías del Banco de Alimentos de Cáceres están repletas tanto de alimentos como de productos de higiene donados por los cacereños y los voluntarios no dan abasto a clasificar y ordenar, por lo que tanto Salaya como Fernández Rincón han pedido voluntarios para poder clasificar todo lo que se almacena en el silo situado en el barrio de Aldea Moret, de manera que se le pueda dar salida y que llegue cuanto antes a las personas necesitadas.

«Necesitamos voluntarios y que haya un relevo generacional en la ayuda en el Banco de Alimentos», ha dicho el alcalde en declaraciones a los medios durante su visita.

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