La feria de día de Cáceres llena el centro en la jornada más calurosa de San Fernando

La feria de día arrancó este jueves en pleno centro de Cáceres con mucho ambiente y también con mucho calor. Según la Aemet, Agencia Estatal de Meteorología, la de este día 30 ha sido la jornada con las temperaturas más altas de este San Fernando, al llegar a los 36 grados. No es de extrañar que los abanicos se convirtieran en el mejor de los aliados.

Nadie duda a estas alturas de que el cañeo en la zona centro se ha consolidado en ferias, con el eje de los obispos y San Pedro de Alcántara como epicentro. Lo sabe bien Eduardo Álvarez, gerente de El Gran Café. «Ya son muchos años. La de 2012 fue la primera feria de día que se impulsó con fuerza. Y durante este tiempo se ha ido tomando más en serio. Los cacereños lo ven como un referente y como una oferta más dentro de la Feria de San Fernando», señala.

Son muchos ya los que optan por hacer una reserva en un restaurante próximo y tomarse unas cervezas antes en las barras instaladas por los bares en la calle. O al revés. Primero comen sentados y luego se beben las copas. De una u otra forma, la última parada del recorrido se sitúa en las casetas del Recinto Ferial, donde se echa el broche a una jornada, la previa al festivo local, que suele compartirse con los compañeros de trabajo. La reducción del horario laboral por la Feria anima a los trabajadores a echarse a la calle.

A la primera jornada de la feria de día se apuntaron ayer los integrantes del centro operativo completo (cos) de la Guardia Civil. Reservaron mesa en el restaurante Albalat y antes se tomaron las cañas en Volapié. Muy cerca de ellos estaban los monitores del gimnasio Zen, ubicado en la Madrila. «Para nosotros hoy es el mejor día. Quedas con la gente con la que trabajas todo el año para tomarte unas cañas. Lo pasamos muy bien. Aquí hay muy buen ambiente. Esta zona se ha puesto muy bien», resumen David Muriel y Javier Ruano.

También eligieron la zona de los obispos los trabajadores de la Biblioteca Pública Rodríguez Moñino-María Brey y empleados de la residencia asistida como Sonia Sevilla. «El festivo la gente suele quedar con los amigos y el fin de semana, con los niños y la familia. Por eso el jueves es cuando los compañeros organizamos la comida de Feria», relata. En esta ocasión, comieron en el restaurante Alcaraván. Y las copas, al Ferial.

Durante estos días, los establecimientos que participan en la feria de día, que también llega hasta puntos como la calle Moret de la mano de la cafetería del hotel Alfonso IX, confeccionan cartas especiales de raciones. Boquerones fritos, puntillitas, calamares a la andaluza, rejos, magro ibérico con patatas fritas, huevos rotos con jamón y calamares a la romana se sirven estos días con rebujitos, tinto de verano y jarras de cerveza. La feria de día se prolongará hasta el próximo domingo. El sábado los bares pueden poner pantallas para seguir la final de la Liga de Campeones.