Los libros, que durante 12 días han invadido el Paseo de Cánovas, vuelven hoy a las librerías físicas y abandonan las casetas de la Feria del Libro, que clausuró ayer su XXIV edición entre la satisfacción por las ventas y las críticas a un ... cartel confeccionado «a prisa» y «sin coherencia», tal y como expresaban algunos de los profesionales del sector consultados ayer
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«El programa está lleno de huecos, huecos que se han rellenado a última hora sin saber por qué ni por qué no, todo está hecho a la carrera, como se dijo que no había mujeres, que era real, se empezó a llamar a las mujeres», indica María José Gil, de la librería Pléyades, que indica que la Feria del Libro se confecciona con tal premura que no les da tiempo a aprovisionarse de los libros. «En Semana Santa aún no sabíamos qué autores iban a venir, nos ha faltado información desde el primer momento».
María José Gil
Pléyades
Nacho Figuero
Eguiluz
Según sugiere, y en eso están de acuerdo otros profesionales del sector, en la Feria de Cáceres falta la figura del coordinador de los contenidos que se ofrecen, más allá de la gestión de Ifeca (la Institución Ferial Cacereña), una institución que orquesta todo pero que no está especializada. Aunque se consultó inicialmente a algunos libreros sobre los contenidos deseados, creen que no son escuchados. «Hubo una sola reunión, y en esa reunión se tomó nota, intentamos ponernos en contacto pero no se nos ha contactado». Echa en falta que se atienda más al público infantil, que en tiempos tuvo una carpa propia, y que el programa sea atractivo todos los días.
Nacho Figuero, de Eguiluz, cree que la desatención a la Feria del Libro es algo habitual. «Viene pasando todos los años, o casi todos, parece que las librerías somos el último mono, somos los últimos en enterarnos de quien viene, no nos tienen mucho en cuenta, se podrían hacer mucho mejor las cosas», apunta. «Siempre nos queda esa sensación de decepción».
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Ese mismo espíritu late en Boxoyo, que dirige Jaime Naranjo. «Ha habido días que no ha habido nada prácticamente, y otro día te traen a Landero y al autor de 'La Sociedad de la Nieve' el mismo día», reflexiona. «No organizan, ponen la lista y el que quiere se apunta y presenta, ese criterio sería impensable en cualquier festival. En Badajoz hay un equipo que se encarga de esto, aquí no hay nada de esto»
A Vicente Teomiro, de la librería Cervantes, no le ha disgustado el programa, aunque lamenta la caída del cartel de Ángel Martín, previsto para el pasado lunes pero que se ausentó por enfermedad . «Pero me ha parecido que ha venido gente muy interesante, estuvo Savater, Pablo Vierci, con Landero fue una locura, vino muchísima gente».
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Las sensaciones sobre las ventas son buenas en general. «Es una de las ferias que más vende de Extremadura, mucho más que la de Badajoz, y eso que es mucho más grande», indica María José Gil, una idea que respalda Nacho Figuero y Vicente Teomiro, que reconoce que el Día del Libro, el 23 de abril, «fue espectacular». «Yo a Badajoz voy todos los años como espectador, y el ambiente que hay en Cáceres no te lo encuentras en Badajoz, aunque hay muchos autores conocidos».
«Los clientes son maravillosos, los ciudadanos de Cáceres responden y vienen porque ponemos las casetas», resume Jaime Naranjo ensalzando esa parte positiva del programa.
En cuanto a lo más vendido, hay mucha variedad, una sensación de puzzle en el que se combinan los autores que han estado presentes en la Feria, como Landero, con recomendaciones de los propios libreros. No ha habido un súper ventas, según la encuesta avuelapluma efectuada ayer entre los libreros, que han echado en falta que el alcalde, Rafael Mateos, se acercara a las casetas como suele habitual. «Es la primera vez que no viene a saludar», coincidían varios profesionales del sector.
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Lleno total en la presentación de César Pérez Gellida, el último ganador del premio Nadal. Dio a conocer el autor pucelano 'Bajo tierra seca', una historia que tiene como marco la Extremadura de principios del siglo XX, un 'thriller' que presentó María José Cano ante un público que, libro en mano, esperó pacientemente antes de que el autor estampara en todos los ejemplares su rúbrica. Ubicado entre Zafra, Almendralejo y Jerez de los Caballeros el autor eligió esta zona por ser, igual que Andalucía, un lugar en donde campaba el caciquismo, según aclaró. Pérez Gellida habló de la alegría de haber logrado uno de los más prestigiosos premios literarios de nuestro país, el Nadal, pero, poniendo un pie en tierra indicó que «al éxito y al fracaso hay que tratarles con la misma indiferencia». Antes de él, que clausuró 11 jornadas de presentaciones con mucho público tuvo lugar la de 'Desencuentros en el último círculo [anti-antología de poesía española contemporánea]', editado por la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México. Contó con los poetas Julio César Galán, Mario Martín Gijón, Javier Pérez Wallias y Ada Salas.
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