Dos asistentes degustan las tencas fritas. La unidad se despachó a tres euros. armando méndez

Festín de tencas en la Extremadura vaciada

Villa del Rey, un pequeño pueblo de Tajo-Salor, saca músculo y este sábado se ha estrenado como anfitrión de la fiesta de la mancomunidad

Sábado, 27 de agosto 2022, 21:04

La vida en Villa del Rey (120 habitantes, a unos 60 kilómetros de Cáceres en dirección a Alcántara) transcurre en torno al bar El Pueblo. Es así como se denomina el único establecimiento de este tipo que hay en el municipio y que gestiona directamente ... en el Ayuntamiento. Este sábado la actividad en el bar, en su terraza –pegada a la piscina municipal– y prácticamente en toda la localidad se vio alterada por una fiesta que puso a prueba la logística de un claro exponente de la Extremadura vaciada y su capacidad para sacar músculo y lograr así posicionarse en el mapa .

Publicidad

«Es algo histórico para este pueblo. Para poder darnos visibilidad tenemos que organizar estos eventos. Es complicado porque necesitas mucho personal e infraestructuras. Pero teníamos que hacerlo sí o sí», destacaba con cierto orgullo, José Flores, alcalde de Villa del Rey.

La cita celebrada en el municipio no es otra que la Fiesta de la Tenca, que supone el gran encuentro anual para los 15 municipios que integran la Mancomunidad Tajo-Salor y que gira en torno a un pez autóctono que se cría en sus charcas. Esta fiesta ha alcanzado su XXXIV edición y hasta ahora nunca había recalado en Villa del Rey. Hasta ahora. El desembarco en esta localidad ha coincidido, además, con la recuperación del programa habitual tras la interrupción impuesta por la pandemia.

Contaba el alcalde que el pueblo ha vivido tiempos mejores. En 1950 llegó a tener más de mil habitantes. «Pero la gente empezó a emigrar hacia el País Vasco en los sesenta y los setenta. Y luego la población ha ido descendiendo lentamente. Ahora tenemos pocos vecinos y los que tenemos tienen una edad avanzada. El 37 por ciento de la población es mayor de 65 años», detallaba.

Publicidad

Noticias Relacionadas

60 años tiene Víctor Sevilla, nacido en Villa del Rey. «La vida aquí es muy tranquila. Se vive bien», aseguraba este hombre mientras descansaba en un banco, antes de que los visitantes comenzaran a llegar al pueblo. Ha trabajado como autónomo en el sector de la construcción. «Aquí cada año hay menos habitantes. Mi hija, que tiene dos niñas, es de los pocos jóvenes que se ha quedado», relataba.

El municipio vive, principalmente, del ganado. Hay una pequeña tienda de alimentación que cubre las necesidades del día a día. Y para hacer compras más grandes los vecinos se desplazan hasta Brozas, una localidad de mayor tamaño situada a escasos cinco kilómetros.

Publicidad

Las tencas procedían de una charca de Brozas. armando méndez

Comparten médico de cabecera con Mata de Alcántara. En Villa del Rey se pasa consulta los martes y los jueves. Sus vecinos pertenecen al centro de salud de Alcántara. No hay banco, ni cajero. Para sacar dinero hay que desplazarse a Brozas, igual que para ir al colegio. «El colegio se cerraría hace 30 años aproximadamente», calculaba Víctor Sevilla. Él sí estudió en la escuela de su pueblo. «Estaba donde ahora hay unos pisos tutelados», agregaba con el sonido de las campanas de la iglesia de Santiago el Mayor de fondo. «Lo bueno de vivir aquí, además de la tranquilidad, es que hay trabajo todo el año para todos porque somos pocos», apuntaba Carmen Macías, esposa de Víctor Sevilla.

3.000 raciones

La Mancomunidad encargó 400 kilos de tencas, equivalentes a 3.000 raciones, para la degustación. A mediodía se despacharon 250 kilos (en Aliseda se consumieron 330 kilos en la última edición, la de 2019) y se esperaba que el resto se agotara durante la noche. Por cada unidad los asistentes pagaron tres euros. Hubo a quien el precio le pareció algo elevado, pero los veteranos en la fiesta admitían que las tencas de este años tenían un tamaño más que aceptable. De freírlas y darles el punto exacto se encargó Julio Muñoz, procedente del restaurante Los Alisos de Aliseda. Los peces, detalló, procedían de una charca de Brozas.

Publicidad

A mediodía se degustaron 250 kilos de tencas a tres euros la unidad

Francisco Romero pescaba tencas en las charcas de Malpartida de Cáceres cuando era pequeño. Ahora las cocina. Es el chef del Parador de Turismo de Cáceres y este sábado ofreció un taller en vivo en Villa del Rey. «El verano es temporada de tencas. En invierno es más difícil conseguirlas. Es un pez con un sabor muy característico. Es el equivalente al cordero en la carne porque son sabores muy reconocibles. La mejor forma de prepararlas es freírlas», recomendaba.

Autoridades y galardonados con las Tencas de oro el viernes durante el acto institucional. manuel montero

La fiesta de este sábado fue el plato fuerte de un programa que arrancó el viernes con el acto institucional y en el que las Tencas de oro se entregaron a Alejandro Hernández, chef del restaurante Versátil, y a la cooperativa Cooprado. Hubo, además, un reconocimiento a título póstumo a Modesto de Sande, concejal de Villa del Rey fallecido este año. Su viuda y su hijo recogieron el galardón.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.

Publicidad