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La Fiscalía comparte la postura de la defensa del agente de la Policía Nacional acusado de matar en Cáceres, el 2 de marzo de 2018, a un preso peligroso fugado y también solicita que el caso sea archivado al no apreciar infracción penal. De esta ... forma, solo la acusación particular, que representa a la familia del fallecido, pide que el agente imputado se siente en un banquillo de acusados.
Después de una larga instrucción, realizada de forma minuciosa por el Juzgado de Instrucción número 2 de Cáceres, el titular del Juzgado ha dado por concluida la investigación y ha decidido que se realice un juicio.
El auto del Juzgado número 2 ha sido recurrido en la Audiencia Provincial de Cáceres, que en septiembre decidirá si hay juicio, como quiere la acusación particular, o se archiva el asunto como quieren Fiscalía y el abogado defensor, Ángel Luis Aparicio.
La acusación particular asegura que el agente pudo haber cometido un asesinato, parándose para apuntar al preso huido antes de disparar. Esta versión ha sido rechazada por un informe de Balística de la Guardia Civil, que señala que el trazado de la bala que mató al preso fue de abajo hacia arriba, «y por lo tanto pudiera existir la posibilidad de que este se produjera de forma fortuita».
Según la versión del agente acusado (un Policía Nacional con más de 20 años de experiencia), él dio el alto al preso fugado, el preso se encaró con él y le empezó a tirar piedras, hiriéndole con una en la mano. El agente le alcanzó y forcejearon. El preso le pisó el estómago y se escapó otra vez. El policía, según su versión, volvió a perseguirle, se cayó y se le disparó el arma, pero él no cree que su bala alcanzara al delincuente. Hubo otros agentes que dispararon y no se encontró la bala que originó la muerte.
El policía acusado de matarle tenía contusiones en el tórax, cuello y hombro, fue operado de una hernia umbilical y epigástrica. La Sala de lo Contencioso del TSJ reconoció que estas heridas se realizaron en acto de servicio, indicando que el agente, «persiguiendo a un preso peligroso, no escatimó en esfuerzo alguno para detenerlo».
La Fiscalía también señala que el preso, el colombiano Hernando J. P. S. era peligroso. Tenía 24 años en el momento de su muerte y antecedentes por tenencia ilícita de armas, robo con escalo en vivienda habitada, tráfico de drogas y atentado a agentes de la autoridad. Antes de estar en la cárcel de Cáceres estuvo en las de Huelva y Segovia, en donde se comportó de forma violenta.
Hernando estaba en busca y captura cuando fue detenido el 2 de enero de 2018 en Cáceres, al sospecharse que junto con otros familiares estaba preparando un robo en una joyería de la avenida de España. Al acudir la policía, él huyó, tirando piedras a los agentes. Pudieron detenerle al golpearle con un coche policial.
Empezó a usar una muleta al quejarse del golpe, pero cuando los policías le llevaron el 2 de marzo de 2018 de la cárcel al Palacio de Justicia de Cáceres, al llegar huyó. Tiró la muleta y salió corriendo, hasta que la fuga terminó en la Ribera del Marco con su muerte, Intervinieron en su búsqueda agentes de la Guardia Civil, Policía Nacional y Local. Una bala le atravesó el pecho.
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