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María José Torrejón
Cáceres
Martes, 30 de octubre 2018, 21:05
En el supermercado, en la carta del restaurante y en la mayoría de colegios de la ciudad. Halloween está por todas partes. La fiesta, importada principalmente de Estados Unidos, ha llegado para quedarse. Y cada año afianza más su presencia. Ante su escalada, la Iglesia ha decido reaccionar y reivindicar la tradición católica asociada al Día de Todos los Santos. Por eso, desde la Diócesis de Coria-Cáceres se invita a disfrazar a los niños. Pero, ojo, ni de brujas ni de esqueletos andantes con calabazas. La propuesta consiste en que los menores se vistan de su santo favorito.
Las actividades promovidas desde el Obispado tienen tres escenarios. Uno de ellos es el colegio Diocesano, donde un grupo de alumnos acudieron este martes caracterizados como San Jorge, Santiago Apóstol y San José, entre otros personajes religiosos. Este miércoles, la acción se trasladará al centro pastoral Jesucristo Resucitado, en el R-66, donde la Delegación de Familia y Vida ha organizado la actividad denominada 'Holywins: la santidad vence'. Y el día 1, la parroquia de Alcuéscar se sumará por tercer año consecutivo a esta misma celebración.
El objetivo, según se indica desde la Diócesis, reside «en recuperar el significado de esta fiesta entre los más pequeños, el triunfo de la santidad», aclara en un comunicado. Por ello, las actividades, como la celebrada ayer en el Diocesano, tienen carácter divulgativo y explicativo.
'Holywins', que significa algo así como la santidad vence o los santos ganan, es una iniciativa que trasciende el ámbito local. Surgió en París en el año 2002 como alternativa a los disfraces de muertos vivientes que salen a las calles de las ciudades cada 31 de octubre. Desde entonces, cada vez son más las diócesis que se suman a este movimiento, cuya sonoridad recuerda inevitablemente a Halloween, nombre resultante de la contracción de All Hallow's Eve, que quiere decir víspera de Todos los Santos.
A diferencia de la decoración que estos días llena los pasillos de muchos colegios cacereños, en las paredes del Diocesano no hay calabazas, una de las imágenes más representativas de Halloween. Las guirnaldas que cuelgan del techo tienen aureolas y túnicas. José Luis Domínguez, recién nombrado director de este centro, aclara que no hay nada en contra de la fiesta de Halloween, cuyas raíces se remontan a la cultura celta. Se trata, insiste, de reivindicar lo propio frente a lo ajeno.
«Es el cuarto año que organizamos 'Holywins'. Pero nosotros, desde siempre, hemos apostado por conservar las tradiciones nuestras. No echamos un pulso a Halloween. Lo que intentamos es que no se pierda nuestra tradición. Está claro que tenemos que ofrecer a los chavales las realidades de otras culturas y las trabajamos con los proyectos bilingües. Se trata de no peder nuestra propia realidad», resume Domínguez.
MIGUEL A. MORÁN, SEMINARIO
J. L. DOMÍNGUEZ, DIOCESANO
Fernando ALCÁZAR, ALCUÉSCAR
El rector del Seminario, Miguel Ángel Morán, fue el encargado de desvelar a los estudiantes del Diocesano en qué consiste la celebración del 1 de noviembre. El programa también incluía una castañada, costumbre local asociada al Día de Todos los Santos, pero fue aplazada por el mal tiempo.
«¿Por qué tenemos que imitar a los americanos si nuestra cultura tiene un gran valor?», defiende el sacerdote Miguel Ángel Morán. «Hemos quitado las calaveras de las iglesias porque aterrorizaban y ahora nos las pintan hasta con sangre y la gente lo acepta. No es bonita una bruja, ni un monstruo, ni un drácula», enumera. No obstante, Morán matiza: «'Holywins' no es una reacción contra; es vivir lo que nosotros hemos vivido siempre. Antes nuestras historias se transmitían de generación en generación. Pero ahora no se transmiten y, por eso, hacemos un esfuerzo. Halloween nos ha dado pistas a nosotros de lo bueno que es recordar el poso de nuestro pueblo», concluye.
«Ante tanta oferta de Halloween, defendemos lo nuestro. Esto no es la fiesta del terror», zanja desde Alcuéscar el sacerdote Fernando Alcázar, que ha programado para mañana una fiesta infantil con yincana por el pueblo. Habrá regalos para los niños que lleven disfraz.
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Sara I. Belled y Leticia Aróstegui
Doménico Chiappe | Madrid
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