La cafetería Jardín de Ulloa lleva cerrada dos años y medio y los locales de la antigua tienda, cuatro. JORGE REY

Los locales de San Jorge, sin uso cuatro años después del desahucio judicial

Una reunión el próximo 4 de octubre tratará de desbloquear la situación de la cafetería Jardín de Ulloa, cerrada desde marzo de 2020

Cristina Núñez

Cáceres

Martes, 27 de septiembre 2022, 07:11

El 24 de septiembre de 2018, la dueña de la tienda de recuerdos de San Jorge, Ana Belén Garrido, tuvo que abandonar por orden ... judicial los dos locales pertenecientes al Ayuntamiento de Cáceres que durante 49 años alquiló y explotó primero su familia y luego ella misma. Ese día se ponía fin a un contencioso que arrancó en 2014 para evitar ser desahuciada de esos locales y que estos fueran añadidos a la cafetería Jardín de Ulloa, la explotación que gestiona la fundación Mercedes Calles a través de una concesión municipal y que abrió sus puertas en 2015.

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En marzo de 2020 la pandemia frenó todo en seco y esta cafetería, como toda la hostelería, tuvo que cerrar sus puertas. Por aquel entonces continuaban sin reformarse ni añadirse los dos locales de la tienda de recuerdos al local hostelero. Dos años y medio después todo sigue igual: no hay obras a la vista, la cafetería está cerrada a cal y canto y los locales en donde estaba instalada la tienda de recuerdos permanecen vacíos. La concesión municipal tiene una duración máxima de 15 años, por lo que un 15% de ese tiempo no ha sido utilizado ni brindado uso a la ciudad.

El próximo 4 de octubre se llevará a cabo una reunión entre la concejalía de Urbanismo y la Fundación Mercedes Calles para decidir el futuro de este local. El motivo inicial de que permanezca cerrada es la falta de acuerdo entre ambas entidades sobre quién debe hacerse cargo de una avería en las cubiertas, que se descubrió al realizarse las obras de acondicionamiento para añadir los dos locales a la cafetería. El Ayuntamiento encargó a una empresa independiente un estudio para determinar de quién era la responsabilidad de los desperfectos, que concluyó que el derrumbe había sido producto de la propia obra y que la reparación debía correr a cargo de la Mercedes Calles, algo que no ha llegado a suceder. La postura que ha defendido esta fundación este tiempo atrás es que es el Ayuntamiento, como dueño de los locales, el que debe hacer frente a esta reparación.

los locales de la tienda

 

con validez por 15 años

Según ha sabido este diario la reunión se convoca a petición de la fundación cultural de San Jorge, que se limita a explicar que se «esta viendo la solución técnica con el Ayuntamiento», según explica su directora, Maritina Guisado. Tal y como explica José Ramón Bello, el concejal de Patrimonio, la reunión iba a producirse en el mes de agosto pero finalmente, por cuestiones de agenda, tendrá lugar la próxima semana, ya en el mes de octubre.

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Contrato

El edil insiste en que es «urgente» resolver una situación que hace que se mantenga cerrado un local ubicado en un recinto municipal que funciona a través del sistema de concesión. Bello desconoce cuál es ahora la postura de la Fundación Mercedes Calles, pero se escuda en la conclusión de la empresa a la que le fue encargado el estudio, que determina que ha de ser la propia fundación la que se encargue de resolver la avería, y no el Ayuntamiento. Indica que el balón está en el tejado de la fundación, que ya tiene la licencia de obra y podrá empezar con la reparación.

¿Hay posibilidad de que se resuelva el contrato, es decir, de que se le ponga fin por incumplimiento o por el deseo de una de las partes? José Ramón Bello señala que puede ser una de las opciones para solucionar el actual estado de la cafetería. A pesar de las dificultades que han surgido entre Ayuntamiento y Fundación Mercedes Calles ambas entidades no han llegado a iniciar ningún proceso judicial hasta el momento. La Fundación Mercedes Calles continúa pagando el canon por explotar este espacio aunque no lo esté utilizando, ya que de otra forma sería estar incumpliendo el contrato.

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Más allá de los servicios que se ofrecían en el interior de la cafetería, ésta ocupaba una buena parte de la plaza. El jardín de Cristina de Ulloa también se utilizaba para guardar mesas y sillas, y de la misma forma dio utilidad a la parte superior de los locales, una terraza que había permanecido cerrada durante años.

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