Imagen del Padre Arturo en Cáceres en el año 2006. HOY

Muere a los 88 años el Padre Arturo, de la Casa de la Misericordia de Alcuéscar

Ha estado 62 años ayudando a personas con discapacidad en la institución fundada por el Padre Leocadio

Sergio Lorenzo

Cáceres

Sábado, 28 de enero 2023, 14:18

Arturo Muñoz Gil, más conocido como el Padre Arturo de la Casa de la Misericordia de Alcuéscar, ha fallecido este sábado por la mañana a la edad de 88 años. Era toda una institución en la Casa de la Misericordia, en donde ha estado sirviendo ... a personas con discapacidad durante 62 años. Este domingo, a las cinco de la tarde, tendrá lugar la misa funeral en la capilla de la Casa de la Misericordia, siendo luego conducido el cuerpo al cementerio de Alcuéscar para ser enterrado.

Publicidad

Nacido en el pequeño pueblo toledano de Caleruela, con 25 años, en 1960, el Padre Arturo llegó a Alcuéscar, en donde colaboró con el Padre Leocadio a ayudar a gente con discapacidad en la Casa de Misericordia, en donde en la actualidad hay 70 internos y 9 hermanos de Los Esclavos de María y de los Pobres. La congregación tiene otras casas en Pinofranqueado (Cáceres), Calamonte (Badajoz), Torrijos (Toledo) y Pinos Puente (Granada).

El Padre Arturo siguió los pasos del Padre Leocadio Galán, sacerdote que nació en Calamonte (Badajoz) en 1910, y que en 1932 llegó a Alcuéscar como coadjutor de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. En 1939 decidió fundar la orden de los Esclavos de María y de los Pobres, instituto religioso dedicado a las obras de misericordia tanto espirituales como corporales, dedicándose en un primer momento a atender a niños maltratados por la Guerra Civil: Huérfanos, inválidos, enfermos...

El Padre Leocadio se murió en 1990 tras cinco años de invalidez. En el año 2001 se inició un proceso de beatificación sobre el fundador de las Casas de la Misericordia. En el año 2006, el Padre Arturo decía en una entrevista concedida al Diario HOY: «Yo no sé lo que dirá la Iglesia, pero yo sé que el Padre Leocadio fue un santo, estuve con él 29 años, día y noche, y sé lo que ha hecho, también lo que ha sufrido». Destacaba que en la institución vivían de la providencia. «La providencia actúa de mil maneras -aseguraba-. Dios se vale de las personas buenas para ayudarnos». También comentaba que había gente que no creía en Dios porque no podía haber creado un mundo lleno de injusticia, «pero Dios nos ha creado a nosotros para cambiarlo».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.

Publicidad