Una planta solar fotovoltaica junto al Guadiloba para mejorar la eficiencia energética, un nuevo edificio de explotación en las inmediaciones de la toma que se ... activará en el Almonte próximo al viaducto de la autovía A-66, subestación eléctrica y un depósito regulador con capacidad para 15.000 metros cúbicos. Son algunas de las novedades que ofrece el que se plantea como proyecto definitivo para solucionar el problema del abastecimiento del agua a Cáceres.
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El pasado 12 de octubre el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó la resolución de la directora general de Calidad y Evaluación Ambiental, Marta Gómez Palenque, en la que se concluía que «no es necesario el sometimiento al procedimiento de evaluación ambiental ordinaria». El visto bueno del Ministerio para la Transición Ecológica revela que «no se prevén efectos adversos significativos sobre el medio ambiente» con lo que en principio tiene vía libre la licitación de unas obras que durarán 30 meses (según el proyecto técnico) y cuyo coste se estima en unos 14 millones.
Tras el anunció previo que se publicó en el boletín oficial de la Unión Europea se esperaba que fuese el pasado septiembre cuando el concurso público se convocase, pero de momento se hace esperar. La intervención prevista consiste en traer el agua a Cáceres desde una nueva captación. De esa forma, no será necesario tirar del antiguo bombeo, ya que se desplazan las instalaciones unos seis kilómetros aguas abajo del Almonte, justo a la altura del viaducto de la autovía de la Plata. Las ventajas, según revela la memoria del proyecto que elaboró la consultora Ambling, son muchas. Por ejemplo, el ahorro energético que supone además de la garantía del suministro.
El nuevo trasvase aprovecha parte de la conducción del fallido intento de traer el agua a la capital cacereña desde Portaje, una inversión millonaria que no tuvo éxito.
La planta solar fotovoltaica prevista en las inmediaciones de la estación de bombeo (EBAP) del embalse del Guadiloba es una de las infraestructuras previstas. Tendrá una potencia de 800 kilovatios pero solo se utilizará, se remarca, «para autoconsumo del sistema» de tal forma que se descarta la venta de energía. El proyecto se fija en que permitirá «proporcionar una parte de potencia demandada por el bombeo desde el embalse del Guadiloba a la estación de tratamiento de agua potable (ETAP)». Ello implicará «un importante ahorro económico».
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De hecho, esa es una de las claves del nuevo proyecto, en el que se reducen los costes por unos 300.000 euros anuales. La planta solar irá en una parcela de 1,5 hectáreas.
A ello se añaden, entre otros elementos, una torre de toma vertical que cuenta con 12 metros de diámetro útiles y tres salidas horizontes hasta el cauce del Almonte. La toma se ubicará a unos 300 metros del viaducto de la autovía y está previsto construir un edificio de explotación y mantenimiento de la estación de bombeo. Habrá seis bombas sumergibles verticales.
La parte energética se completa con la subestación eléctrica en la estación de bombeo y otra línea que tendrá algo más de 5.400 metros. Irá desde el punto que conecta la línea eléctrica Mejostilla-Garrovillas, en Casar de Cáceres, hasta la estación.
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Será necesario sustituir elementos como ventosas y desagües de la anterior obra de Portaje por encontrarse en mal estado, pero ello no impedirá utilizar parte de lo que ya se ha hecho. Además, se perfila un depósito regulador con capacidad para 15.000 metros cúbicos. Una de las ventajas de esta solución es que se podrá trasvasar agua desde el Almonte hasta el Guadiloba o directamente a la ETAP.
A falta de que salga a concurso, la obra del nuevo trasvase, una de las incógnitas es cómo afectará al recibo que pagan los cacereños la puesta en servicio de la alternativa adoptada. «La tarifa y el canon se calcularán cuando la obra se ponga en marcha», es todo lo que se ha limitado a explicar la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT). El organismo regulador de cuenca incide en que el trasvase tendrá que abonarse vía canon y tarifa según los costes reales de la obra, tal y como recoge la Ley de Aguas. En concreto, el artículo 114 del texto refundido subraya que los beneficiarios de las obras financiadas con cargo al Estado deben abonar un canon destinado a compensar los costes de inversión. Según publicó HOY en noviembre de 2022, teniendo en cuenta que la obra se calcula en 14 millones y en la capital cacereña hay unos 30.000 contadores, en cifras redondas, supondría unos 474 euros por recibo. Las particularidades son muchas porque otro debate abierto es que la solución elegida sea la más adecuada si se considera que la calidad del agua del embalse de Alcántara es cuestionable. La parte positiva es que se evitan riesgos al bajar la cota desde la 192 hasta la 180. Las limitaciones, así, son mucho menores que las que ofrece la alternativa actual, ya que en periodo de sequía y cuando el nivel del pantano desciende existe la posibilidad de que las bombas queden por encima de la superficie. La estación de bombeo del Guadiloba, asimismo, se someterá a mejoras puntuales con nuevas bombas y sistemas de automatización y de telecontrol.
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