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Pilar Boyero acaba de grabar 'Notas de viajes', un segundo disco de homenaje a Carlos Cano. Lo ha hecho con una participación muy especial.
–¿Cómo ha grabado una de las canciones del disco con el hijo de Carlos Cano?
–Yo grabé una primera parte de homenaje a Carlos Cano que se llamó 'Por siempre Carlos Cano'. En las actuaciones, el maestro Benjamín Torrijo y yo hacemos canciones que no entraron en ese disco, y se me ocurrió que podían formar una segunda parte del homenaje a Carlos Cano; además ahora que se cumple el 20 aniversario de su fallecimiento. Empezamos a trabajar en ello y, en ese momento, se cruza que Pablo, el hijo de Carlos Cano, empieza a hacer sus pinitos, cantando canciones de su padre. Nos pusimos en contacto y la verdad es que es encantador, y desde el principio nos dijo que sí, que le apetecía mucho participar en el disco y empezamos a grabar en esta época tan complicada, entre Madrid, Sevilla y también en La Habana, porque hay un directo maravilloso con un artista cubano, con Israel Rojas. Cada uno en su sitio, pero ha salido un trabajo muy bonito.
–¿Cómo es el hijo?
–Pablo está empezando a labrarse una carrera musical. Es jovencito, tiene muchas inquietudes y, por supuesto, mucho respeto a la carrera de su padre. Ha sido maravilloso trabajar con él.
–¿Cuántos hijos tuvo Carlos Cano?
–Tuvo dos hijas de su primer matrimonio y Pablo de su segunda relación, que tiene veinte pocos años. Él recuerda a su padre vagamente, porque murió cuando tenía 4 o 5 añitos.
–¿Padre e hijo se parecen en la voz?
–Sí se parecen. Se diferencian perfectamente, pero por ejemplo en la canción que hemos grabado: 'Laila', escuchas cantar a Pablo y hay momentos que recuerda mucho el color de la voz de su padre. Son voces diferentes, pero tienen un color, un timbre muy parecido.
–¿Cuándo empezó la grabación?
–Después del verano del año pasado. Benjamín Torrijo, el maestro de Carlos Cano con el que trabajo desde hace mucho tiempo, fue quien me dijo que Pablo estaba cantando y me preguntó qué me parecía si le llamábamos. Le llamé y la verdad que nos tiramos hablando por teléfono un montón de tiempo, de su padre, de lo que yo pensaba que era su padre, de la dignidad que tenía en el escenario... hubo mucho feeling entre los dos. Luego nos vimos y enseguida lo grabamos.
–¿Se va a presentar con alguna actuación?
–Sí, queremos presentarlo con Pablo, para después del verano. Hay otro dueto importante, porque Carlos tenía un vínculo muy especial con La Habana y Benjamín me habló de poner una canción que hizo volando a La Habana, que se llama 'yo te amo ciudad'. Se me ocurrió grabarlo con un artista cubano que era Israel Rojas, y a través de un amigo me dijo que sí. La verdad es que es un disco que se hizo al principio como un capricho y estamos muy satisfechos del resultado.
–En su carrera ha ido evolucionando: la etapa cubana, la de Carlos Cano, la del Maestro Solano...
–La del Maestro Solano sigue, porque el año que viene se cumplen 30 años de su fallecimiento y 30 años de mi carrera, y tenemos una cosa preciosa de duetos con la Orquesta de Extremadura.
–Ahora que ha citado a la Orquesta de Extremadura... ¿Qué opina sobre que no quisieran tocar con Plácido Domingo?
–Creo que la Junta de Extremadura y la Orquesta han hecho lo que tenían que hacer, creo que es lo correcto; pero, por otro lado, yo valoro mucho la carrera musical de Plácido Domingo, es el mejor tenor del mundo; y, siendo una mujer muy feminista, a veces pienso que estamos siendo un poco injustos porque no se puede tirar la carrera de una persona por tierra de esa manera por algo que hizo hace 30 años, cuando la sociedad era totalmente diferente. No sé, creo que la Orquesta ha hecho lo que debía... pero a mí me gusta mucho Plácido Domingo, el acercamiento que tuvo a la copla. A mí me pide que cante con él una copla y sería un subidón impresionante, conozco a mujeres que han trabajado con él, Clara Montes, Martirio, y dicen que es un hombre exquisito.
–Hace unos días su nombre salió en la prensa porque a su mánager le devolvieron 2.000 euros que se había olvidado en la calle. ¿Qué pasó?
–Veníamos de una gala. Yo llegué y me fui a la Montaña caminando, y él se dejó el portátil en la calle con una cartera con dinero. Lo encontró un señor y unos chicos. El señor se llevó 200 euros. Los chicos llamaron a la policía y entregaron todo. Unos jóvenes que se portaron fenomenal. Podían haber tenido un caprichito en verano y, sin embargo, lo entregaron los tres. No era solo el dinero, era el ordenador en donde estaba todo el trabajo. Siempre hay gente muy buena por el mundo.
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