Otoño Mágico

Lo hacen bien. Muy bien, los miembros de la Asociación para el Desarrollo Integral del Valle del Ambroz (DIVA) y los pueblos que la integran: Abadía, Aldeanueva del Camino, Baños de Montemayor, Casas del Monte, La Garganta, Gargantilla, Hervás y Segura de Toro con la exitosa campaña 'Otoño Mágico'. Con el tiempo y el esfuerzo de la gente (emprendedores turísticos, técnicos de desarrollo, políticos y asociaciones locales) esta iniciativa se ha convertido en referente nacional del turismo de interior, asociado a las tradiciones y a los recursos naturales y patrimoniales de una de las comarcas más conmovedoras y desconocidas de Extremadura. Es sin duda el trabajo de muchos en beneficio de muchos. Y el éxito de un modelo de liderazgo participativo, del que en Extremadura abundan ejemplos, pero no siempre suficientemente reconocidos. No está mal recordar, que según los datos del INE, recogidos por el Observatorio de Turismo de Extremadura, en su boletín del cuarto trimestre de 2018, en esos últimos meses del año, en la comarca se alojaron, en sus diferentes tipos de establecimientos alrededor de 20.000 personas, sumando 63.000 pernoctaciones, en estancias que superan los 3 días de media. En relación con el año anterior el incremento de viajeros fue del 9,3% y el de las pernoctaciones del 1,88%, pasando a ser en ese indicador el cuarto territorio en cuanto a pernoctaciones de la región, detrás solo claro está de Cáceres, Mérida o Badajoz. Además sabemos que muchos de los que se alojan en estos importantes centros turísticos, hacen escapadas y excusiones al Ambroz, también gentes del entorno, sin que las estadísticas oficiales registren estas visitas. Este tipo de referentes, y otros ejemplos de 'buenas practicas' asociadas al turismo, son los que realmente van a contribuir a abordar la 'emergencia demográfica' de Extremadura. Conviene aplaudir este modelo y a sus promotores y pedir que se intensifique y se extienda a toda la región.