El proceso judicial por el asesinato de Imane Saadaoui a manos de su pareja dará este martes un paso definitivo al celebrarse en la Audiencia Provincial la comparecencia de conformidad en la que se dará validez al acuerdo que han adoptado las partes. Este deja en 12,5 años la pena de prisión de Badr Saadaoui, el hombre que el 1 de noviembre de 2022 acuchilló a su esposa en su domicilio de Valencia de Alcántara delante del hijo de ambos, de poco menos de un año. Después, llamó a la Guardia Civil y confesó.
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Este acuerdo, que tiene que ratificar hoy un juez, logra reducir en 15 años la petición inicial de la abogada de la familia, Nuria Lagar, que solicitaba 27 años de cárcel. La Junta de Extremadura, personada como acusación popular, y Fiscalía solicitaban penas en torno a los 20 años.
Aunque sobre el papel el acuerdo favorece al reo, la abogada de la familia destacaba hace unos días, cuando se negociaba el acuerdo, que en el juicio podía haber pesado el atenuante de confesión y el atenuante por problemas mentales, ya que eran abundantes los informes sobre sus internamientos. También subrayaba que de esta forma sus clientes, los padres de Imane, no tendrían que revivir el asesinato de su hija y los detalles dolorosos.
Según explicó Lagar ayer a este diario «se ha validado a esa pena de prisión (a los 12,5 años) ciertas condiciones para que no salga enseguida y para que no se vaya a Marruecos enseguida, vamos a intentar que el cumplimiento sea lo más íntegro posible, pero la ley no nos permite que sea íntegro al 100%».
Otro asunto que se tiene que aclarar es el importe de la indemnización por responsabilidad civil que recibirán los padres y los hijos de Imane. «Él es insolvente, no ha hecho ningún esfuerzo por reparar el daño a ninguno, una vez que la sentencia sea firme lo que tendré que intentar pedírselo al Estado». Lagar estima que puede llegarse a tardar cuatro años en este trámite.
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La abogada de la defensa, María José Malagón, había solicitado una eximente completa y la libre absolución por considerar que la «personalidad disociada» de Badr habían provocado que no fuera consciente de sus hechos cuando cometió el asesinato. Acerca de los años de pena que Badr Saadaoui cumplirá, Malagón indica que «la ley nunca lleva a implícito un cumplimiento íntegro de la pena, todos pueden acceder a beneficios penitenciarios, eso luego se verá con su propio comportamiento y con otra serie de elementos, es algo que se puede acordar pero en principio no se ha acordado», señala.
El asesino de Imane lleva desde el 3 de noviembre en prisión provisional. El pasado 8 de octubre se tramitó en la Audiencia Provincial tramitar esta medida.
La instrucción de este caso, que se prorrogó en varias ocasiones, se extendió durante más de un año y medio en el Juzgado número 1 de Valencia de Alcántara. Mientras, el cuerpo de Imane permaneció depositado en un departamento de preservación mortuoria de un tanatorio de Andalucía. Hasta el pasado verano, un año y medio después de los hechos, no pudo recibir sepultura en Marruecos, cuando la jueza consideró que no se requerían más pruebas sobre el cuerpo de la joven, que tenía 30 años cuando fue asesinada.
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El 1 de noviembre de 2022 Valencia de Alcántara amaneció conmocionada por el asesinato de Imane Saadaoui, una joven de 30 años a la que su marido, Badr Saadaoui, de 41, había acuchillado de madrugada en el piso que ambos compartían junto a su bebé en el número 55 de la calle Ramón y Cajal. La joven llevaba poco más de dos años en España y en enero de 2022 había denunciado por violencia de género a su agresor. Llegó a tener una orden judicial de protección y permaneció durante cerca de un mes acogida junto con su hijo en la Casa de la Mujer de Cáceres. Luego decidió volver a su domicilio y vivió sola junto a su hijo mientras su marido se recuperaba de sus adicciones en una clínica. En el mes de junio la orden de protección quedó sin efecto al pedir la víctima y el Ministerio Fiscal el archivo de la misma.
Al decaer la orden de protección, la joven había seguido bajo la supervisión periódica del sistema social de atención a las víctimas de violencia de género de Valencia de Alcántara y de la Mancomunidad Sierra de San Pedro. También acudía a clases de español para extranjero, en donde sus profesores y compañeros la calificaban como una persona «atenta, sonriente y constante».
En su vecindad nadie había estrechado los lazos con ella ni con su pareja. En la panadería o en el bar de su calle la habían atendido en muchas ocasiones, pero poco más sabían de una mujer que llamaba la atención por el hiyab (pañuelo) que tapaba su cabeza. Aquel 1 de noviembre de 2022 algunos vecinos del número 55 de la calle Ramón y Cajal reconocían que no conocían el nombre de la joven ni de su presunto agresor y que tampoco tenían detalles básico sobre su vida.
Tras su asesinato, los padres de Imane, Mostafa Saadaoui y Malika El Wai, se trasladaron a Extremadura para luchar por la custodia de su hijo, que permaneció durante meses en el centro de menores Jardín del Sauce, tutelado por la Junta de Extremadura. En el verano de 2023 pudo ir a vivir a Casablanca, en Marruecos, bajo el cuidado de sus abuelos y junto a su hermana.
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