Los padres del instituto cacereño Al-Qázeres siguen sin cobrar el viaje tras agotarse el plazo

«Nos dijo que nos devolvería el dinero la pasada semana. Pero nadie le creyó», asegura a este diario un familiar de una de las alumnas afectadas. Cada estudiante pagó 645 euros por una expedición que debía haber partido el 7 de febrero desde Cáceres y cuyo retorno estaba previsto para el día 11. Los planes se vieron truncados de golpe el 2 de febrero. Durante esa jornada la agencia Viajes Amberes comunicó que había habido un problema y que la excursión no podía realizarse en las fechas previstas.

Según ha confirmado a este diario el abogado Antonio Gil Álvarez, que representa a la mayoría de las familias, nadie ha recuperado hasta el momento el importe adelantado. Los afectados, según ha podido saber este diario, se plantean iniciar medidas judiciales en forma de demanda colectiva.

Mientras tanto, la agencia de viajes, que operaba en el número 4 de la calle Amberes, en el polígono de Cabezarrubia, ha echado el cierre definitivo. El local, de hecho, se encuentra ya en alquiler.

El titular del negocio aseguró a este diario en una información publicada el pasado 10 de febrero que todo se debía a una «negligencia profesional» y apuntaba que había habido un error «a la hora de tramitar los vuelos». Avanzó además su intención de devolver el dinero adelantado por las familias a la mayor brevedad posible y añadió que cuenta con un seguro de responsabilidad civil y con un aval para este tipo de circunstancias. «Quiero solucionar el problema y voy a devolver el dinero. Estoy con todos los trámites para hacerlo», indicó.

En la reunión mantenida el 7 de febrero en el IES Al-Qázeres con los padres, el titular de la agencia les dio como plazo el pasado día 16, viernes, para efectuar la devolución del dinero. No sería su único incumplimiento. También les dijo que unos días antes les enviaría un correo electrónico para preguntar el método elegido por cada familia para recibir el importe. Pero ese correo tampoco llegó.

«Es nuestro deseo hacer públicos los sentimientos generalizados en el colectivo de perjudicados de tristeza, incredulidad y profunda indignación, no solo por la pérdida, hasta el momento, del dinero pagado por cada uno de los perjudicados –que hemos realizado un esfuerzo económico importante para que sesenta jóvenes pudieran disfrutar de ese viaje– sino, principalmente, porque se ha jugado con las ilusiones de nuestros hijos e hijas, privándoles de la oportunidad de realizar un viaje único e irrepetible y que todos ellos merecían como recompensa a un año de intenso trabajo académico, lo que supone un perjuicio moral de muy difícil reparación», señaló a través de un escrito remitido a este diario el letrado Gil Álvarez como representante legal de los padres afectados. Él mismo también es uno de ellos, ya que su hijo iba a participar en la expedición.

Además de alumnos de Bachillerato, también se habían sumado al viaje estudiantes de ciclos formativos del instituto cacereño. «El responsable de la agencia ha sido incapaz, no ya de devolver el importe del viaje pese a haber sido requerido para ello, sino de ofrecer una explicación sobre el motivo de su cancelación y el destino del dinero pagado por cada afectado», agregaba el abogado.

Los afectados comenzaron a sospechar que algo extraño ocurría cuando el responsable del viaje no se presentó a una reunión previa a la excursión convocada el 31 de enero.