Nidia y Sheila, trabajadoras del restaurante Zeri's, en la Plaza Mayor. Armando Méndez
Cáceres

«Las palomas se posan en las mesas y tiran vasos; hay clientes que se levantan y se van»

Nidia y Sheila trabajan en el restaurante Zeri's y ponen voz al problema que padecen muchos de los hosteleros de la Plaza Mayor y sus alrededores

Álvaro Rubio

Cáceres

Lunes, 5 de agosto 2024, 07:19

«Hay muchísimas palomas. La gente les da de comer y vienen sobre todo a la Plaza Mayor de Cáceres. El problema es que ... ya vienen con descaro, es decir, se posan en la mesas mientras están los clientes y provocan muchas molestias. Van directas a los pinchos y tiran vasos y platos». Lo cuentan Nidia Cortés y Sheila Serrrano, encargada y camarera, respectivamente, del restaurante Zeri's, ubicado en la Plaza Mayor de Cáceres. Dicen que llevan con este problema mucho tiempo y esperan que el Ayuntamiento ponga solución de una vez por todas.

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Incluso han perdido clientes por ello. «Algunos se han levantado y se han ido», afirman. «Hay quienes nos dicen que no les pongamos aperitivo porque si no vienen palomas. En cuanto ven algo de comida, se suben a la mesa y es imposible echarlas», comentan Nidia y Sheila.

Coinciden en que el problema se agrava por las tardes, cuando más aves se juntan en la zona, con grupos de hasta 20. «Los negocios somos los principales perjudicados y ya hemos hablado con el Ayuntamiento», cuentan estas trabajadoras.

Los hosteleros coinciden en que el problema se agrava por las tardes, cuando más aves se juntan en la zona

Ahora, la Junta de Gobierno Local ha aprobado la encomienda, mediante un contrato menor, de los trabajos de control poblacional de palomas en la ciudad monumental.

De esta forma, tal y como explicó el alcalde, Rafael Mateos, se ha solicitado a la Secretaría General la redacción de un pliego cuyo objetivo será disminuir la densidad de población de esta ave, pues su proliferación «es un asunto que preocupa a los ciudadanos, a los hosteleros y también por los daños que provocan en el patrimonio».

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Sin embargo, los hosteleros no tienen mucha esperanza puesta en este tipo de medidas. De hecho, a finales de 2022 el Ayuntamiento ya inició un programa experimental para vaciar de estas aves el casco histórico. Destinó 11.251 euros y la previsión era eliminar de la zona entre 30 y 40 palomas a la semana. Tras un año en marcha, los dueños de los negocios dijeron que había sido insuficiente.

El sistema de captura consistía en la ubicación de jaulas en distintos puntos. Según se anunció, las palomas recogidas se iban a utilizar para el entrenamiento de los halcones que evitan accidentes en las pistas de varios aeropuertos españoles. Además de estas funciones, parte de las palomas de Cáceres servirían de alimento de rapaces en peligro de extinción

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