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¿Qué ha pasado hoy, 1 de abril, en Extremadura?
El profesor y escultor José Antonio Calderón, tocando la pieza sin título del madrileño José Miguel Utande instalada en el parque. JORGE REY

«Un premio internacional de escultura impulsaría más el museo al aire libre»

El príncipe, el parque que nos une ·

José Antonio Calderón Silos Escultor y profesor en Bellas Artes | HOY recorre con el profesor de escultura de la Escuela Eulogio Blasco el proyecto que Pepe Noja promovió en 1997 en el parque del Príncipe

Lunes, 15 de febrero 2021, 07:09

A José Antonio Calderón Silos no le disgusta que las esculturas se toquen. Al contrario, le agrada que el ciudadano participe de la unión entre arte y naturaleza o perciba el nexo entre lo natural y la inspiración de los creadores de la colección expuesta en el parque, pese a que alguna pieza no se ha salvado de la mano negra de los «gamberros», lamenta el protagonista de esta sección semanal.

En este museo al aire libre hay 27 obras que se prestan a ser curioseadas, admiradas, fotografiadas y hasta analizadas y escrutadas por quienes son estudiosos o apasionados del Arte. Un atractivo más para disfrutar del Príncipe desde una perspectiva cultural o por puro placer.

Con este espacio, según José Antonio, escultor que imparte esta especialidad en la Escuela de Bellas Artes Eulogio Blasco, Cáceres «entró de golpe» en el Arte Contemporáneo. «En realidad son pocas las esculturas contemporáneas que hay en la ciudad y esto engrosó su oferta cultural», asevera el artista.

A través de su mirada experta vemos más allá de los abstractos volúmenes o figuras de hierro que salpican la senda principal del parque original, a ambos lados del canal de agua que refresca los veranos.

En este ecosistema urbano se mimetizan tanto algunas obras que cuesta reconocerlas como esculturas. El Logo grifo egeo de Vicente Orti «recuerda a las figuras de las islas Cícladas que representan el cuerpo humano de la forma más simple», anota el escultor sobre esta pieza en piedra que pasa casi desapercibida, poseída por los líquenes.

El conjunto escultórico lo promovió Pepe Noja, que ya había inaugurado otros espacios museísticos en el exterior, en localidades como Alcalá de Henares o Aracena, donde nació. De las 120 esculturas que se proyectaron para Cáceres, la colección se redujo a 27 por cuestiones económicas. Se instalaron en 1997, siendo alcalde José María Saponi.

«Hay esculturas en acero, bronce y alguna en piedra, con obras de artistas de dos periodos, de los años 30 y 40, y de los 50 y 60», detalla Calderón, al que le hubiera gustado que las piezas estuvieran más diseminadas por el interior del parque, semiocultas incluso entre la arboleda para ser descubiertas. «Pero el paseo es la zona más transitada por el público y están más a la vista», entiende el profesor, que valora la «calidad» del conjunto. «Aunque alguna obra me guste menos –reconoce– es bastante acertado».

Entre las intervenciones está la del propio Noja, titulada Shiner, una estructura de acero con cilindros entrelazados. Junto a ésta, Homenaje a Falla, de Miguel Moreno; Guerrero, de José Ramón Poblador; Cilindros, de Lorenzo Frechilla; Mujer con rulos, de Beatriz Khon; o Burrito Sabanero, de Ester Gaudí, entre otras.

Shiner, obra del escultor Pepe Noja, promotor del museo al aire libre. JORGE REY

Calderón es natural de Villanueva de la Serena y dirige el taller de la Escuela de la Diputación desde 1987. Cree que los usuarios del parque conocen las esculturas «y, con toda seguridad, se identifican más con unas que con otras», afirma convencido, al tiempo que propone una idea que sumaría nuevas obras a la muestra: «Se podría impulsar más. Se me ocurre que las instituciones convoquen un premio Cáceres de Escultura, que daría a conocer la ciudad en el mundo de arte internacional, con un jurado bien cualificado, y elegir cada año una pieza para colocarla aquí, que a lo largo de los años ampliaría este museo», plantea.

Visita obligada

En el plano personal disfruta a menudo de este entorno que le coje a un paso de casa. Le gusta relajarse aquí. «Siempre que recibo a familiares y amigos de fuera una visita obligada es el parque del Príncipe, su paseo y el museo al aire libre de esculturas», confiesa el profesor, que aplaude el resultado de la ampliación del recinto. «El sumarle metros cuadrados es fantástico; me parece que es un parque extraordinario que está en el centro de la ciudad, y que en verano se puede hablar de un pequeño microclima. Que se haya ampliado con juegos infantiles y con árboles que irán creciendo, me parece un acierto», concluye.

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