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Casi quince meses después, el proyecto de aeródromo de Cáceres se encuentra en estado de hibernación administrativa. El 31 de mayo de 2022 el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba la resolución de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental con la declaración ... de impacto ambiental negativa a un proyecto que desde que se anunció va a cumplir una década.
El documento del BOE aludía a una declaración «desfavorable» para el aeródromo de uso restringido de Cáceres. Los motivos tenían que ver, sobre todo, con «la alternativa de ubicación seleccionada». Además, las medidas previstas en el estudio de impacto ambiental que se había contratado con una empresa no eran suficientes para descartar «un impacto significativo sobre la vegetación, los hábitats de interés comunitario y las comunidades de aves».
Estaban en peligro la ZEPA del Complejo Lagunar y otros espacios de la Red Natura 2000 próximos a la ubicación seleccionada. El lugar no había sido el más indicado, según esto, por lo que en la Junta se optó por retomar el proyecto con nuevas opciones. Pero la situación de parálisis es ilustrativa, sin avances y con más de un año perdido tras esa DIA negativa. Lo que hizo la Junta de Extremadura, en concreto la anterior Consejería de Movilidad, fue ejecutar otra contratación. Esta vez recurrió a otra empresa especializada del sector aeronáutico y le hizo el encargo de buscar nuevos enclaves. El plazo concluyó el pasado 30 de julio. Ahora falta saber qué hace la nueva Consejería de Infraestructuras con ese estudio. Ha costado 17.787 euros y se adjudicó a la firma Aertec Solutions S.L.
Es una mercantil de ingenieros consultores que trabajan en la industria aeroespacial, aeropuertos y defensa. Tiene presencia activa en más de 40 países, según recoge en su web. Entre los proyectos que ha desarrollado aparecen la asistencia técnica para el sistema de información del aeropuerto Jorge Chávez, de Perú; informes de la actividad comercial del Prat; o el parking para aeronaves de Airbus en Sevilla.
El contrato con la Junta de Extremadura se formalizó «con el fin de realizar un estudio de viabilidad para la implantación de un aeródromo de uso restringido en el entorno de la ciudad de Cáceres». La adjudicación se hizo el 30 de marzo y el plazo de ejecución era de cuatro meses, es decir, finalizó hace solo unos días. Infraestructuras debe ahora analizar el documento que le entregue Aertec con vistas a seleccionar otra ubicación. La misma estaría, informó la anterior administración regional a HOY, en un radio de 30 kilómetros.
Hay que recordar que el aeródromo se había definido en unos terrenos de Los Arenales, entre Cáceres y Malpartida. «No estaban en una ZEPA, pero sí muy cerca. El gran error fue el sitio elegido», admite el diputado socialista César Ramos, que ha participado en distintas reuniones en los últimos años para tratar de llevar a la práctica el proyecto. El obstáculo de la DIA desfavorable se sumó en mayo del año pasado a otros contratiempos anteriores, como la fallida tramitación simplificada con la que se inició y que ya había obligado a reiniciar el expediente.
«Es un importante contratiempo para el desarrollo de una infraestructura que hemos apoyado desde el primer momento», se avanzó desde el Ayuntamiento cuando trascendió la DIA. Entonces se anunciaron reuniones a varias bandas con el Consistorio y la administración regional además de sectores implicados. «Nos hemos puesto en marcha para sentarnos con todas las partes y poner alternativas sobre la mesa. Habrá un estudio de viabilidad serio y contrastado», se contó. Pero ese estudio sigue a la espera, por mucho que se haya trasladado el mensaje de que hay opciones de sobra.
A fin de cuentas, Cáceres tiene el término municipal más amplio de España. Por ahora ha sido imposible encontrar sitio en él. Lo ocurrido con el aeródromo «es vergonzoso», opinaba Francisco Hernández Mogollón. El presidente de la Federación Aeronáutica de Extremadura (Faex) hizo una lectura muy crítica, coincidiendo además con una serie de restricciones de vuelo que se aplicaron desde el Ministerio de Movilidad a la Cervera. «La conclusión para los que llevamos años trabajando en esto y hemos puesto entrega, tiempo y esfuerzo es que no tienen interés en hacerlo», zanjó.
La vuelta a la casilla de salida del proyecto ha llevado esta intervención a una parálisis que por ahora solo ha salvado la Junta de Extremadura con una contratación menor, la relativa al estudio con las posibles ubicaciones. El plazo está finalizado. El hipotético aeródromo, además de cumplir con la normativa ambiental y urbanística, no debería estar a más de 30 kilómetros de la capital. En sus propuestas, la empresa «deberá justificar que haya disponibilidad de espacio suficiente para la implantación» así como «rutas y alturas de vuelo, posibles zonas o períodos excluidos de vuelo por motivos ambientales, meteorológicos, distancias a núcleos edificados y vías de comunicación u otros», según la Junta. Todo ello acompañado de planos.
Al menos esa era la idea en la que se estaba trabajando hasta el cambio de Gobierno. La nueva administración regional tendrá que definir ahora su posición. Lo que pase con ese estudio contratado, que se apliquen sus conclusiones o termine en un cajón, será definitivo.
Aertec Solutions es la empresa a la que encargó la Junta de Extremadura el estudio sobre el futuro aeródromo, meses después de confirmarse la DIA negativa. En su web alude a una compañía «especializada en tecnología aeroespacial». Tiene más de 24 años de experiencia en el sector. Diseña sistemas embarcados para aeronaves, plataformas aéreas no tripuladas, soluciones de guiado..., relata. Aertec se presenta como «proveedor preferente (Tier 1) de Airbus en servicios de ingeniería de fabricación y gestión de programas para sus aviones civiles y militares». Entre las cifra que menciona, su presencia en algo menos de medio centenar de países, 600 trabajadores en su matriz y vínculos profesionales con 160 aeropuertos de todo el mundo. Con ese bagaje sobre la mesa, la Junta decidió contratar a Aertec para que aportase su visión y la plasmase en un estudio sobre dónde debe ir el aeródromo de Cáceres. César Ramos, diputado y que ha venido ejerciendo la última legislatura como portavoz en materia de Transportes en el Congreso por el grupo socialista, sostenía en mayo de 2022 que la DIA negativa era «una estupenda oportunidad para repensar un proyecto que empezó mal desde el principio». Se refiere tanto a la elección errónea y anticipada del suelo, cuando en 2014 el Gobierno del PP presentó la intervención, como también la compra de los terrenos. Se habían abonado por adelantado 444.334 euros a los propietarios de la finca en la que se quería ubicar el aeródromo. La Junta hizo el pago a la Fundación Valhondo, una entidad con fines benéficos creada en 1956. La previsión entonces eran 7.000 usuarios, unos 2.500 vuelos anuales y más de cuatro millones de euros de inversión.
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