La ermita del Vaquero, en la calle Caleros, ya se ha despojado de la mayoría de los andamios que cubrían su fachada. La semana que ... viene terminará la obra de rehabilitación que arrancó a comienzos de año. El próximo 19 de octubre es, en concreto, la fecha fijada para el fin de los trabajos después de que la empresa que los ejecuta pidiera a la Junta de Extremadura, administración que sufraga la restauración, una prórroga extra de dos meses.
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Desde la consejería de Cultura se asegura que el plazo se cumplirá. «Según el último informe técnico las obras finalizarán en tiempo y forma según lo acordado», señala la administración regional, que emplaza al mes de noviembre –el día no ha sido especificado– para llevar a cabo la recepción de los trabajos.
Con la conclusión de la rehabilitación de una de las ermitas más desconocidas del casco viejo cacereño se pone fin a una intervención que se ha prolongado más de lo previsto inicialmente, ya que ha acumulado diversos retrasos por diferentes causas. El encarecimiento experimentado por los materiales de obra hizo que el proceso para adjudicar los trabajos se demorara, ya que el presupuesto inicial no era válido y hubo que recalcular la inversión, que ha ascendido a 183.070 euros, un 25 por ciento más de lo previsto inicialmente.
A este retraso se sumó otro más debido a que la empresa adjudicataria (OCR Extremadura) tardó varias semanas en iniciar las obras sobre la fecha prevista en un principio. Aunque la Junta preveía dar por concluidos los trabajos a finales de agosto, tuvieron que conceder dos meses extras a petición de la empresa. Y esos dos meses concluyen ahora.
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La intervención ha ido orientada a acabar con las humedades que arrastraba la construcción. Se han cambiado las cubiertas, se ha recuperado la fachada y se ha desmontado el retablo y el camarín para su puesta a punto.
Esta ermita se levanta sobre el solar que se cree que albergó en su día la casa de Gil Cordero, el pastor al que, según la tradición, se le apareció la Virgen de Guadalupe. El origen de la construcción del templo se remonta al siglo XVII. El proyecto sobre el que se articula la intervención está realizado por el estudio cacereño de arquitectura Cruz&Rueda.
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El fin de las obras de rehabilitación permitirá al templo reanudar su actividad ordinaria. Aquí tiene fijada su sede la cofradía de la Virgen de Guadalupe del Vaquero, que antes del arranque de los trabajos trasladó a la parroquia de Santiago –de la que depende la ermita– su programa. De este modo, el 8 de septiembre de 2024 la procesión que organizada esta hermandad con la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe del Vaquero podrá recuperar su recorrido original y retornará a la calle Caleros.
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