La restricción de tráfico con cámaras se quiere ampliar a una veintena de vías en Cáceres

Más espacio para los peatones y menos para los coches. La máxima del Ayuntamiento está clara desde hace años y el equipo de Gobierno está dispuesto a aplicarla a rajatabla, tal y como avala un informe técnico del área municipal de Infraestructuras. Sobre la propuesta que recoge el mismo se aborda una ampliación en hasta cerca de una veintena de vías y plazas de las restricciones de tráfico en el entorno de la ciudad monumental. Por ello, se contempla una modificación de la actual ordenanza reguladora en la que se incluyan esas calles con idénticas limitaciones a las que ya tienen las actuales.

El sistema de control mediante cámaras al casco histórico se puso en marcha en febrero de 2016 y, de prosperar esta iniciativa, que debería pasar antes por pleno, pasaría a contar en el área restringida con las siguientes calles: San Ildefonso, Macarena, Consolación, Damas, Fuente Nueva, Torremochada, Soledad, Pizarro, Hornos, Cornudilla, Gallegos y Sergio Sánchez, además de las plazas de la Soledad y Santa Clara. Los técnicos municipales, además, recomiendan en su informe peatonalizar por completo Clavellina, así como Parras y San Antón.

En el caso de Clavellina se permitiría, tan solo, el acceso a un garaje, mientras que en Parras y San Antón, con dirección hacia Galarza, sería posible acceder para los residentes, además de vehículos de emergencia y usuarios del parking.

Está previsto colocar una cámara de control al inicio de la calle San Antón. Igualmente, el resto de vías próximas a la parte antigua dispondrán de un dispositivo de control al comienzo de la calle San Ildefonso. Dicha calle, al igual que las aledañas al casco histórico (Consolación, Damas, Fuente Nueva...), contarán con señalización vertical, además de la citada cámara conectada al sistema telemático actual.

Entre las restricciones que se fijan figuran las siguientes: velocidad máxima de 20 kilómetros por hora, prioridad peatonal, estacionamiento solo en los «lugares designados por señales o marcas» y autorización expresa de juegos y deportes en dichas vías.

En ningún caso se permitirá que circulen vehículos de más de 3.500 kilogramos, de más de 2,60 metros de altura, de más de 2,30 metros de anchura o que superen los seis metros de longitud. En el informe de Infraestructuras encargado por el concejal de Movilidad, Andrés Licerán, se aconseja mantener el resto de cámaras de control que ya hay, «de forma que los vehículos autorizados a acceder a la nueva zona regulada lo hagan exclusivamente a su zona –se detalla– y no tengan permitido el acceso a otros puntos». En la actualidad, los controles se sitúan en Puerta de Mérida, Plaza del Socorro, Concepción, Caleros, Roso de Luna, Tenerías y San Juan. Todos ellos sumaron en el primer año de funcionamiento un total de 14.448 denuncias, aunque tres de cada diez no se llegaron a tramitar. Cuando arrancó el sistema de control de acceso había más de 1.300 vehículos autorizados solo entre residentes.

El Ayuntamiento ha constatado que la posibilidad de circular sin limitaciones por Santa Clara, la Soledad y San Juan, «cuyo viario es de la misma tipología que el de la zona de acceso restringido», está provocando problemas de degradación en el pavimento, daños en fachadas y balcones, en conducciones de electricidad o telefonía y, lo que es peor, «sensación de peligro de atropello» para las personas o incluso «alarma vecinal» cuando se ha visto afectada alguna conducción de gas. La propuesta técnica deberá ser avalada ahora por los grupos políticos. Se basa en parte en peticiones que ha hecho el colectivo de vecinos al Consistorio.