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Acumulación de vertidos en las inmediaciones de la depuradora, que entró en un lote de tres plantas por dos millones de euros. L. CORDERO
El retraso de la depuradora agrava el problema ambiental en la carretera de Malpartida de Cáceres

El retraso de la depuradora agrava el problema ambiental en la carretera de Malpartida de Cáceres

El Ayuntamiento ha recibido sanciones por más de 77.000 euros por vertidos: malos olores y balsas de aguas negras caracterizan la zona

Martes, 26 de mayo 2020

La ciudad tiene un problema medioambiental en una de sus principales entradas. Cualquiera que llegue a Cáceres por el acceso a la Autovía de la Plata (A-66) en su conexión por la carretera de Malpartida (N-521) puede comprobarlo. Los malos olores son una constante y a ello se suman las balsas de aguas negras existentes.

La imagen corresponde a la planta depuradora de la zona oeste. Se inauguró junto a la de Capellanías en 2003. El Ayuntamiento invirtió dos millones de euros y nunca han llegado a funcionar. En el lote también entraba la estación de Aldea Moret, fuera de servicio desde hace años.

La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) sanciona por vertidos ilegales al Ayuntamiento, que defiende que la solución a este problema de contaminación ambiental será la futura estación de aguas residuales (EDAR) con la ampliación de la planta del Marco. Sin embargo, esa obra, tal y como ha confirmado el Gobierno central, no comenzará de forma inminente ya que la CHT está perfilando detalles técnicos relativos a «la adaptación del anteproyecto a los condicionados de la declaración de impacto ambiental».

El equipo de Salaya ya ha tratado el caso con la CHT y el Ministerio para la Transición Ecológica

Como ya informó HOY el pasado 20 de abril, el Ejecutivo de Pedro Sánchez reconoce en una respuesta parlamentaria a la diputada cacereña de Vox Magdalena Nevado que la previsión es «que las obras puedan dar comienzo a lo largo del próximo año 2021». Por tanto, no se vislumbra una alternativa a corto plazo, con el añadido de que las altas temperaturas complican ese escenario con malos olores y una ciénaga anexa a la EDAR.

A consultas de este periódico, la Confederación del Tajo corrobora que ya se han incoado al Consistorio los correspondientes expedientes sancionadores. La situación se repite de forma regular en los últimos años, hasta el punto de que en 2009 ya se aludía a la necesidad de intervenir. Los malos olores se han llegado a percibir por las inmediaciones del hotel de Los Arenales, además de ser advertidos de forma habitual por quienes entran en Cáceres por esa carretera o pasean por allí. También hay quejas en la cercana urbanización del Junquillo.

Sobre el trámite sancionador, la CHT ha confirmado que solo en relación a la EDAR de Capellanías y la planta de la N-521 se han remitido al Consistorio sanciones de más de 77.000 euros en los seis últimos años. «La Confederación Hidrográfica del Tajo ha incoado al Ayuntamiento de Cáceres siete expedientes sancionadores que han supuesto sanciones por un importe de 77.230,98 euros», concluye.

Las instalaciones no solo no han funcionado sino que la concesionaria Canal de Isabel II ya advirtió de su deficiente situación. Paradójicamente, en 2003 se presentaron como una infraestructura «revolucionaria» con un «novedoso» sistema de depuración de aguas residuales. El propio Ayuntamiento llegó a abrir una investigación en 2011. Nada se ha solucionado desde entonces. La Junta de Gobierno local da cuenta de los parámetros en los que se encuentra el tratamiento de aguas residuales de la ciudad. Los informes revelan la situación. Los límites se sobrepasan, además, en el Marco y la estación Arroyo-Malpartida, como se puso de manifiesto en la reunión del Ejecutivo local del 6 de marzo.

«Son depuradoras con un tratamiento físico-químico, es decir, no es el adecuado para el tratamiento de las aguas residuales urbanas, por lo que no se consigue que los parámetros de vertidos cumplan con la normativa», reseña el equipo de Gobierno de Luis Salaya en relación a las plantas de la cuenca oeste. La autorización de vertidos de la CHT caducó «por no cumplir parámetros de vertidos y no darle solución a las mismas en 2011», admite ahora el Ayuntamiento.

El problema «se ha tratado ya en varias reuniones en esta legislatura tanto con el Ministerio de Transición Ecológica, como con Confederación Hidrográfica del Tajo como con la Dirección General de Infraestructuras Hidráulicas», insiste el Consistorio. La solución, reitera, será la ampliación de la EDAR del Marco, que dispondrá de unos 50 millones de inversión y que «consiguió tener el visto bueno ambiental tras años de retraso el pasado mes de agosto». El propio documento ambiental refrenda que las plantas de Capellanías y de la carretera de Malpartida «no ofrecen los rendimientos de depuración exigidos por la normativa actual de vertidos». Un vecino ya llevó en 2018 ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea «la grave situación medioambiental» de Cáceres con los vertidos por la «dejadez» municipal.

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