Por la ruta del botellón en Cáceres

¿Qué zonas de Cáceres son las favoritas por los jóvenes para hacer botellón?, ¿cuáles son los motivos por lo que lo hacen?, ¿y cuál es la actuación de la policía ante esta actividad? HOY ha recorrido los puntos más calientes de la ciudad para conocer las respuestas a estas y otras preguntas y hablar también con la otra cara de la moneda: los damnificados. Entre los asistentes hay quienes están de acuerdo en que actúan mal y comprenden las multas impuestas por la policía local, pero «pasarlo bien» les compensa.

Una de las zonas más concurridas, una vez cerrados los bares y discotecas de la ciudad, es el recinto ferial. Cientos de jóvenes y adolescentes se agolpan en este lugar situado en la carretera de Mérida para seguir la fiesta. La mascarilla y la distancia de seguridad brillan por su ausencia donde la música y el desfase son los protagonistas. Defienden que necesitan divertirse y en estos momentos buscan cualquier actividad para hacerlo. «Asistimos a los botellones principalmente por diversión, todos los bares cierran a las dos y después queremos seguir la fiesta», indica una joven que acude habitualmente a este acto multitudinario.

Otro de los puntos más frecuentados es el Paseo Alto. En este parque público pasean varios cacereños y están hartos de encontrarse restos de botellones. «Paseo por aquí por las mañanas y estoy cansado de encontrarme los fines de semana botellas de plástico y de vidrio. Queda muy sucio», dice indignado Francisco, paseante habitual de la zona.

La Policía Local muestra su preocupación por los altercados y están intensificando la vigilancia, sobre todo en estos parques. Aunque algunos creen que la actuación de los agentes no está siendo suficiente. «Por lo que veo en redes sociales, la gente está toda la noche, incluso hasta la mañana siguiente de fiesta. Si hubiese ido la policía eso no habría ocurrido», manifiesta Laura, una joven que se muestra contrariada ante este tipo de acontecimientos. «Se ponen en riesgo ellos y a sus familiares», añade la chica.

El emblemático Parque del Príncipe también es uno de los sitios preferidos de los adolescentes. Este lugar era susceptible de actos vandálicos los fines de semana, actividades que han disminuido los últimos meses. Así lo contaba un trabajador del Ayuntamiento que se encarga de la conservación del parque: «Sí que es verdad que a veces se hacen botellones, pero últimamente no nos encontramos restos».

El botellón es uno de los fenómenos más señalados por las autoridades sanitarias del país a lo largo de la pandemia, haciendo énfasis en que es un foco claro de contagios.

Los jóvenes son los protagonistas y admiten que no es algo de lo que estén orgullosos. «Sé que estamos haciendo mal por la situación que estamos, pero creo que manteniendo todo recogido y respetando el mobiliario urbano se puede permitir hacerlos», expresa una chica que frecuenta el parque Príncipe Felipe y prefiere no dar su nombre.

Otras partes de la ciudad son frecuentadas por adolescentes con ganas de fiesta. Sin ir más lejos, la Policía Local ha desarticulado botellones en varios puntos del núcleo urbano, como las traseras del edificio Zigurat, en la calle Sargento Serrano Leite o en Cayo Norbano.

En pleno centro, otro punto suscita las quejas de los vecinos. Vasos, restos de bebidas y algunos plásticos se concentran en la fuente de Álvaro López Núñez. «Aquello está hecho un asco. Y lo peor es que nadie pasa por allí ni para limpiar siquiera», se lamenta un residente. Se trata de un tramo de vía que conecta Leónleal con Ronda del Carmen y en el que algunos jóvenes aprovechan para compartir charla y bebidas junto a las escaleras próximas.

Por su parte, desde el Consistorio, a través del concejal de seguridad, Andrés Licerán, explican que con las nuevas restricciones se ha incrementado el consumo de alcohol en la vía pública. Muestra su preocupación puesto que es un foco de contagios, sobre todo en población no vacunada. El deterioro y la suciedad del mobiliario urbano también es una inquietud del Ayuntamiento, en especial en los lugares donde se produce una concentración masiva de personas. Como en el ya comentado recinto Ferial. «Hemos tenido problemas en la carpa instalada por el SES, donde se realizan pruebas covid. Los sanitarios al entrar a su puesto de trabajo se encontraron con restos de botellas», denuncia el edil. Añadía que en estos lugares es difícil atrapar a los responsables, ya que ven desde lejos a la policía y salen corriendo para evitar ser multados.

Concejalía y Policía Local, en un trabajo conjunto, intensificarán la vigilancia en los próximos días. Se prevé que, ante la reducción del horario en hostelería, aumenten los botellones.

• Temas
• Cáceres
• Hoy