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Había ganas de Lunes Santo en Cáceres. Y el público respondió. Ni la cofradía de la Salud, ni la de Batallas, que inició su desfile una hora más tarde desde Santa María, desfilaban por el centro de la capital desde 2019. Y este lunes, al fin, lo lograron. Y eso que en el cielo aparecieron unas nubes que hicieron temer lo peor. Se quedó solo en una amenaza.
400 personas forman parte ya del cortejo de la cofradía de la Salud, que ha ido creciendo desde su primera salida, la de 2009. Los niños, a modo de obsequio, repartieron entre el público cruces franciscanas y llaveros de nazarenos con los colores de la hermandad.
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La sorpresa del desfile llegó poco antes de las nueve de la noche, a la salida de la Virgen de la Estrella. La banda no interpretó en primer lugar el himno nacional, como suele ser habitual. Sonaron las notas del himno de Extremadura. Fue el segundo año que esta imagen recorrió las calles de la ciudad tras su estreno en 2019.
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Y desde el balcón de la Casa de la Iglesia llegaron las primeras saetas de la jornada, salidas de la garganta de Pedro Méndez.
Mientras tanto, la cofradía del Cristo de las Batallas inició con puntualidad y sobriedad su procesión desde la Concatedral de Santa María, en pleno corazón monumental. Este año, como novedad, el Cristo del Refugio estrenó andas.
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El Lunes Santo deja calles repletas de público para ver las imágenes en la calle con férreos controles que impedían el paso de los peatones bastante antes de la llegada de los desfiles.
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